domingo, noviembre 07, 2004

El Hombre Cebra

Takashi Miike vuelve a sorprenderme y esta vez no por extremizar el lado más morboso y perverso del ser humano, sino todo lo contrario. En Zebraman nos cuenta la historia de un profesor de primaria fracasado y obsesionado con un superhéroe llamado Zebraman, que veía en una serie televisiva en su infancia. El tipo está tan obsesionado que decide fabricarse un traje artesanal de Zebraman y hacer sus pinitos como superhéroe local. Evidentemente el inicio superheroico resulta patético y todo un fracaso, pero consigue que soltemos más de una carcajada con los primeros pasitos torpes del intento de superhéroe.





El argumento de la película gira en torno a un ataque alienígena a la tierra por parte de unos elásticos seres verdes, que a mi me recordaron mucho a los marcianos de Tim Burton en Mars Attack, son muy parecidos pero en serie B. Y es que todos los efectos especiales de la película son de serie B, incluso en algún momento llegan a rozar la serie Z. Y la verdad es que no quedan del todo mal si tenemos en cuenta que Zebraman es una parodia de las películas de superhéroes setenteras que tanta gracia nos hacen ahora y que tanto hicieron disfrutar a los japonesitos de la época. No sólo Miike ha aprovechado para parodiarlas, hace poco menos de un año que irrumpió en el mundo videojueguil el frenético y original Viewtiful Joe, el videojuego tuvo tanto éxito que pasó de ser exclusivo de Game Cube para convertirlo a la ps2, incluso están a punto de estrenar una segunda parte.

Estoy seguro que Zebraman tendrá muchos guiños y segundas lecturas para todo buen fan de este género superheroico, pero yo como no soy ningún experto en el tema no he sigo capaz de captarlos. En cambio he visto, a mi parecer, algunos guiños a Superman, Los Cazafantasmas y Spawn.





Se hace extraño ver una película de Miike que se aleja tanto de todo lo que ha hecho hasta ahora, pero su sello, aún sin sus demenciales escenas grotescas y subversivas, sigue estando ahí. Miike no presume de acción explosiva, ni mucho menos, la película está llena de las típicas secuencias largas de planos estáticos y generales en las que si el guión no es bueno, se nos harán algo pesadas y aburridas. Pero ése es el sello de Miike y no parece dispuesto a cambiar ni tan siquiera en una película más propia del género de acción que del drama humano.

Mención especial los últimos 20 minutos de la película donde Zebraman llega a su máximo apogeo luchando contra las hordas alienígenas.

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