jueves, abril 13, 2006

¡Misfits vive!

Calabrese es el apellido, y a su vez da nombre al grupo de tres bien avenidos hermanos amantes de las películas de terror y el punk. Resultado: horropunk del bueno, honesto, fresco, auténtico, rematadamente melódico y con unos coros deliciosamente síncronos. Sustancialmente descendientes de los míticos Misfits, Calabrese, con su 13 Hallowe'ens, se han convertido en las últimas semanas en uno de los cds de mayor escucha dentro de mi sepulcro. Canciones como Zombie I, Midnight Spookshow, Resurrection, Death of Me, Backseat of my hearse, Blood in my eyes y muy especialmente Every Day’s a Funeral quedarán grabadas en mi cerebro hasta el fin de mis pesarosos días. Al ser su primer cd, y de tanta calidad, uno se asusta de lo que puedan llegar a conseguir...



Con grupos así a uno le invade un adictivo placer al despertar del sueño diario y saber que siempre los tendrá ahí, en su reproductor mp3.

sábado, abril 08, 2006

Haine

Creo que no es la primera vez que posteo esta letra, se trata de la letra de la canción Cada vez más odio, del grupo Habeas Corpus, del cd A las cosas por su nombre. Es una letra que describe tan bien mi situación, la situación de mi generación, la situación diaria de tantas personas, que a diario me obliga a replantearme la escala de valores que durante años tatuaron en mi cerebro.





Grupo: Habeas Corpus
CD: A Las Cosas Por Su Nombre
Canción: Cada vez más odio

Nos estáis obligando a sentir cada vez más odio. Odiamos porque amamos precisamente todo aquello a lo que aspiramos. Somos el resultado de lo que durante años habéis provocado, habéis alimentado. Hemos sido la mula paciente que mueve la noria, el burro de carga que carga y descarga. Hemos sido explotados de todas las formas y en todos los lugares. Bajo cualquier sistema: la mano de obra, la mano que siempre sobra. La mano que se estrella contra nuestra boca y que nos hace callar a base de hostias. Hostia que nos dieron hostia que devolveremos. Así es nuestra vida si es que acaso esto es vida. Si vida se le llama a vivir de rodillas. Desde este mismo instante exigimos una vida, una vida que merezca la pena ser vivida. La de nuestros padres fue una vida de perros. La nuestra transcurre sin pena ni gloria. Venimos prestando demasiadas veces rostro a esa tragedia que habéis diseñado desde grandes despachos, macrocomisarías, desde esas prisiones donde estáis matando gente. Gente que lucha, gente que arriesga porque su vida no sea como lo ha sido hasta ahora. Nos estáis obligando a sentir cada vez más odio. A este mundo le bastan, le sobran casi tantas buenas intenciones como hijos de puta con nombre y apellidos. Que luego hablan de miedo. ¿De qué tenéis miedo?, ¿del lujo, del capricho, de los privilegios o más bien de perderlos?. Lo nuestro sí es miedo, es miedo a esta vida, es miedo al propio miedo. Es miedo al mañana. Lo que en definitiva es el miedo al día a día. En que vosotros ganáis, y nosotros perdemos el ojo por ojo de aquel pelotazo que nos dieron en la “mani” en la que defendíamos el puesto de trabajo que nunca tuvimos, que jamás nos dieron. Y siempre las mismas mentiras. El mismo discurso dominante. Esa infinita combinación de miseria que permite que cada vez sean más los camellos que logran pasar por el ojo de la aguja. Mienten, ¿quiénes son los que mienten? Mienten quienes tienen el poder suficiente para hacerlo de forma permanente. Los de arriba dictan, los de abajo asienten. La democracia dura mientras dure la obediencia. Crece el rencor, aumenta la rabia, se agota la paciencia. Una conclusión hecha a modo de advertencia: que cada cuál llore a sus muertos. Nos estáis obligando a sentir cada vez más odio. Nos estáis obligando a sentir cada vez más odio... Cada vez más odio.

viernes, abril 07, 2006

Ideales a prueba de balas

Hay veces en los que se acuerdan de mí para bien, y eso mismo es lo que sucedió ayer, un buen amigo me tuvo en cuenta y me invitó al preestreno de V de Vendetta. Guionizada por los hermanos Wachoski, dirigida por un amigo de éstos, James McTeigue, producida por Joel Silver y basada en el cómic que con tanta pasión escribió el excéntrico Alan Moore entre el verano de 1981 y el invierno de 1988. V de Vendetta es un alegato contra el totalitarismo, un alegato en defensa de las injustamente castigadas minorías, una declaración visceral de buenas intenciones, es el idealismo más puro y acérrimo personificado en un personaje enmascarado y de espíritu revolucionario que ansía un mundo mejor y que no duda en utilizar la máxima violencia para conseguirlo y de paso vengarse de los genocidas y sus instigadores. Resulta extraño que una película con este discurso salga de las entrañas de Hollywood, pero no es algo que deba sorprendernos del todo, los mecanismos de la industria funcionan de esta manera, intentan llegar a la fibra sensible del público aunque para ello tengan que predicar lo que nunca practican. De todas formas el discurso se mantiene a un nivel muy básico pero constante, supongo que para que llegue al mayor público posible, para así recaudar el mayor dinero posible.

No obstante mi impresión de la película es buena, quizás le sobren entre 10 y 15 minutos de metraje o le falten 10 o 15 minutos de escenas de acción. Quizás el discurso acabe por empalagar a los mejor acomodados… Natalie Portman realiza una gran interpretación aunque el físico languidecido en exceso le reste varios puntos. Las escasas escenas de acción están rodadas con gran virtuosismo, se nota que el director trabajó como segunda unidad de dirección de Matrix Reloaded y Revolutions. Y hablando de Matrix, hay varios guiños hacia la trilogía en forma de imagen y guión. Stephen Rea (actor que me encanta) se mete en un papel no demasiado nuevo para él, de hecho es casi un calco al que interpretó en Citizen X, un investigador sumiso y compungido que va evolucionando al ritmo que evoluciona su investigación.

V de Vendetta, la película, es un disparo a nuestras conciencias, pero un disparo con bala de fogueo que pierde toda autenticidad al venir de donde viene. Recomiendo leer el cómic, y si ya lo habéis hecho, pues lo volvéis a hacer. Y sería interesante también pasar por esta web.

lunes, abril 03, 2006

Carlos Sánchez Almeida abandona Internet

No había comentado nada hasta ahora en el blog sobre Carlos Sánchez Almeida, pero siempre lo he tenido presente, en realidad, todos los internautas lo hemos tenido presente, pero la triste y cruda realidad es que la gran mayoría de nosotros no actuamos y hacemos lo de siempre, bajar lo que no podemos pagar o conseguir de otro modo. Su decisión ha sido una decisión madurada, razonable y lógica. Ya el año pasado se podía leer en una entrevista lo siguiente: “Estamos ante un movimiento sin postulado político detrás, que lo único que quiere es tener música gratis. Sed coherentes y, si estáis luchando contra la propiedad, luchad del todo, también contra la propiedad inmobiliaria. El ciberactivismo es más importante que bajarse películas, es utilizar Internet para cambiar las estructuras que permiten que las familias españolas se gasten un 60% del sueldo en una vivienda que venderán antes de acabar de pagarla, para tener jubilación porque, encima, tenemos trabajos basura. ¡Y la gente se siente libre porque usa p2p! Por eso he hecho una reflexión personal: Yo salgo de la red.”

Su decisión la anunció públicamente el pasado 28 de Marzo en la "Mesa redonda sobre tecnologías digitales y crisis de la industria cultural" en la universidad de Valencia. Podéis leer el texto completo aquí.


En contra de lo que pueda parecer, Carlos Sánchez Almeida no abandona la lucha “Esto es exactamente lo que parece, una despedida. En lo sucesivo, intentaré luchar por aquello que creo desde el silencio de mi despacho. Si levanto la voz, ya se encargará algún juez de corregirme. Vuelvo a mi sitio de siempre.
Ha sido un placer compartir el ciberespacio con ustedes. Que tengan todos mucha suerte.”


Y suerte es lo que necesitaremos cuando este espacio “libre” virtual que llamamos Internet se convierta por completo en otro fiel esclavo del mercantilismo incompasivo y extremo. Quizás no deberíamos ser tan esclavos de la pantalla y el consumo, o quizás sea que no tengamos suficientes opciones donde poder elegir.