miércoles, septiembre 29, 2004

La Hora Pornófila

Espero que no me chapen el blog por esto, al final, como me animasteis a escribir sobre el tema, he decidido comentar algo sobre el mundo del porno. En principio, será algo light y con el tiempo puede que me suelte un poco. Y como comprenderéis no colgaré ninguna foto.

Seguro que todos los que leen el blog habrán visto alguna vez una película porno y no se escandalizarán por lo que diga. Seguro que más de uno y de dos, intentó ver alguna película porno los viernes noche en el canal plus codificado, y seguro que los ojos de un chino parecerían más occidentales que los vuestros después de haber estado forzándolos durante toda la película. Así que si sois medianamente asiduos a la pornografía y soléis ver las películas del plus, sabréis que desde hace bastante tiempo son la mar de light, suaves y verdaderamente insípidas. Suelen ser de la productora Private o imitadoras; tías de cuerpos esculturales, con tíos que bien podrían ser bisexuales, envueltos en paisajes de ensueño. Islas tropicales con playas de arenas blancas, paisajes verdes cubiertos de extensos cielos azulados, en fin, lugares que pocos mortales visitarán en su vida y mucho menos fornicaran en ellos. A lo que iba, el canal plus, no sé porqué motivo, se empeña en lanzar porno suave a la parrilla. ¿Qué ha sido del sex rough de Rocco Siffredi, o sin ir más lejos, de nuestro salvaje Nacho Vidal? ¿Se les han agotado las películas de estos reyes del celuloide húmedo? ¿Están los programadores de la parrilla x del plus, influidos por una lectura excesiva de Pablo Neruda? Parece como si tuvieran que estrenar una película porno cada viernes por obligación, y parece como si no quisieran excederse demasiado en el contenido. Si quieren poner porno actual y del bueno, tampoco hace falta que se vayan muy lejos, dentro de la misma productora Private hay varias filiales, como la filial fetichista Pirate, de directores que comenzaron a soltarse en esa misma productora y ahora son los reyes del mercado. Como Christopher Clark, con sus sagas en el sello Evil Empire, y Jean Yves LeCastel con sus sagas dentro de la misma Private, auténticos pervertidos con extremada fijación en ensanchar los anos de todas las féminas que se cruzan en su camino. Y no me entendáis mal, tampoco me interesa ver cada viernes la pantalla de mi televisor repleta de anos femeninos perforados como bocas de metro. Solo digo que tiene que haber de todo, está bien que de vez en cuando den alguna de Andrew Blake, y disfrutemos un poco del lado más sensual y poético del softcore porno, y otro día nos inunden la pantalla de lencería femenina y fetichismo con alguna película francesa de Marc Dorcel, y otra semana, disfrutemos del lado más voyeur y gonzo de John Leslie. Por algo dicen que en la variedad está el gusto. Pero parece que el plus no está de acuerdo con eso, y se empeña en estrenar cine x light . Y sospecho que la culpa de todo esto es de las plataformas digitales, que estrenan todas las novedades que llegan al videoclub, que no son pocas, previo pago en las taquillas digitales, y dejan la morralla y todo lo desfasado para el viejo canal plus analógico, que no anal-ogico.

Pero tampoco hay que preocuparse demasiado, como toda buena rata del ciberespacio, estamos rodeados de pornografía en Internet, y en la mayoría de los casos ni siquiera hay que pagar. Es por eso que uno se siente estafado viendo una porno del plus, después de ver las últimas de Jules Jordan, Jonni Darkko, Justin Slayer...
Los pornofilos reconocidos ya no buscan fantasías paradisíacas, sino realismo, y a veces incluso realismo extremo que según en qué casos llega a convertirse en surrealista. Y muchos pornófilos no se conforman con películas normalitas, muchos buscan especialidades; que si chicas con mucha pechonalidad, que si chicas con poca, que si chicas con panderos exagerados, que si chicas delgadas, que si chicas con caras angelicales, mulatas, maduras, enanas, incluso transexuales. También es verdad que hay una sobresaturación en el mercado del porno, por eso no entiendo que les cueste tanto poner una película “decente” al menos un viernes de cada mes. Y no lo digo por mí, que yo ya ni lo veo, lo digo por la gente que conozco que piensa exactamente igual que yo, y que después de una larga semana de trabajo, el viernes noche decide entregarse a una solitaria sesión de onanismo, y lo que se debería enderezar, queda inderezable.

No entraré ahora en el tema de la traducción de los títulos al castellano, que tienen una guasa que pa qué, eso mejor lo dejo para otro día. Por cierto, el viernes que viene estáis de suerte que echan una normalita, de hardcore italiano, con Dora Venter. Los paisajes mejor los dejamos para la trilogía de El Señor de los Anillos.

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