jueves, septiembre 16, 2004

Desastre Gafal

Quería continuar el blog comentando una película, pero mejor os contaré algo que me pasó el sábado pasado. Si sois de esas personas que tienen algún problema en la vista y usáis gafas, igual os identificáis con el trágico suceso, especialmente los que usan gafas con algún tipo de montura de hilo, como es mi caso. Estaba en una de mis extensas sesiones internautas, leyendo con mucho detenimiento la historia de varios asesinos en serie, cuando empiezo a notar calor. Notaba como gotas de sudor resbalaban por mi frente. Aún teniendo dos ventiladores en mi habitación, modelo tropicano, notaba mucho calor. No le di mucha importancia porque me encontraba muy concentrado en los horribles crímenes que había cometido un asesino en serie de un país del este, cuando de repente, noto como si me cayera algo en la cabeza(algo raro teniendo en cuenta que no tengo ninguna estantería encima) y un ruido como si un cable se destensase. Fue todo tan rápido que llegué hasta asustarme. Estaba tan metido en la historia del serial killer, que creía que alguien me había dado un golpe en la cabeza. Según mi novia al partirse el hilo que sujeta uno de los cristales de las gafas, y yo estar concentrado en lo que leía, el cerebro lo interpretó como un golpe. El caso es que se me cayó el cristal derecho al suelo y por suerte no se rompió.

Esto me pasó el sábado y no pude llevar las gafas a reparar hasta el lunes. Así que estuve varios días usando dos pares de gafas antiguas, fue todo un show. Las más antiguas eran de esas de montura y cristal grande con las que parezco un gran retarded, pero que me iban perfectas para ver cosas de cerca, como por ejemplo, el monitor. Y luego tengo las penúltimas gafas que compré, que aunque estéticamente no están mal, no sé por qué motivo lo veía todo deformado y ovalado.

El lunes llevé las gafas a reparar y la dependienta de la óptica me comentó que el que se parta el hilo de la montura es debido al calor. Eso lo explicaba todo, hubo una subida de temperatura tan grande en la habitación que uno de los hilos no lo aguantó.

Recomiendo desde aquí que nadie se compre monturas con hilo, que sí, que quedarán muy bonitas y disimularemos las gafas pero como os pase lo mismo que a mí y tengáis la mala suerte de estar fuera de casa, en algún lugar lleno de gente, el cristal puede acabar aplastado en un momento.
El precio de la reparación fue de 1.05 euros porque lo cubría el seguro de las gafas de la tienda, el seguro de 1 año, sino hubiera tenido que soltar 3 euros. Podéis ver en la foto como quedaron las gafas.




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