Tenía esperanzas puestas en la nueva película de los Pang Brothers; Ab-normal Beauty. Pero por desgracia me ha defraudado a la vez que aburrido. Y ya me lo temía después de ver la hueca y oportunista The Eye 2. Me temo, sin llegar a ponerme demasiado catastrofista, que desde Ringu y Kaïro, ninguna película de terror asiática ha estado a la altura, ni siquiera la tan valorada por la crítica Tale Of Two Sisters. Es cierto aquello de que “el miedo es libre”, sí, el miedo es libre pero cuando se abusa del mismo sistema para causar miedo, y además se hace peor, con menor calidad, pues ya no sentimos miedo. Ese miedo se transforma en patetismo cada vez que veo en la pantalla a una imitación de Sadako, cada vez que veo un fantasma a lo The Eye, a lo Kaïro, cada vez que me huelo un susto efectista que cuando llega me deja frío, y no por el miedo. Y me declaro asustadizo y miedica a todo lo paranormal y a toda película de fantasmas, por eso me gustará tanto el cine de terror. Pero es ver al niño fantasma de The Grudge y tirarme y revolcarme por el suelo de la risa.
Por suerte la dirección de los Pang Brothers en Ab-bormal Beauty la salva de la quema y consigue que no quites la película para poner otra mejor. Esta vez dirige Oxide Pang a la vez que participa en el guión, y co-dirige Danny Pang, y esta vez no hay fantasmas, ni sustos efectistas. Es una película que en su principio promete profundidad para terminar como otra película más en el género de terror, pero esta vez no el de terror asiático, sino el de terror moderno y psicológico en general. Trata sobre una estudiante de arte con una tremenda curiosidad por la muerte, que la hace obsesionarse con la fotografía post mortem. Encuentra particularmente bello fotografiar animales o personas muertas. La chica además esconde un trauma infantil y un secreto que la atormenta. Mantiene una relación lésbica con una amiga que parece no llenarle del todo y su desequilibrio llega a tal punto que intenta suicidarse. Su compañera lesbiana consigue equilibrarla un poco y es entonces cuando alguien le deja una cinta de video en la puerta de su casa...
El trabajo de los Pang Brothers me encanta, no lo niego. La película está repleta de travellings vertiginosos, de primerísimos planos a lo Tony Scott que tanto me gustan, secuencias a lo videoclip, y esta vez consiguen calzar muy bien la banda sonora en cada escena. El fallo está en que la historia no tiene gancho, se pierde el interés, la actriz protagonista no es creíble y cuando parece que la película coge ritmo, lo hace para mostrarnos algo visto una y mil veces en muchos thrillers norte americanos. Así que no la recomiendo ni para pasar el rato ni mucho menos para pasar miedo. Quizás sería recomendable para aquellas personas que disfrutaron con The Eye 2. Para los demás advierto que no perdáis el tiempo, y que aprovechéis el 28 de enero para ir al cine a ver Saw.
Por suerte la dirección de los Pang Brothers en Ab-bormal Beauty la salva de la quema y consigue que no quites la película para poner otra mejor. Esta vez dirige Oxide Pang a la vez que participa en el guión, y co-dirige Danny Pang, y esta vez no hay fantasmas, ni sustos efectistas. Es una película que en su principio promete profundidad para terminar como otra película más en el género de terror, pero esta vez no el de terror asiático, sino el de terror moderno y psicológico en general. Trata sobre una estudiante de arte con una tremenda curiosidad por la muerte, que la hace obsesionarse con la fotografía post mortem. Encuentra particularmente bello fotografiar animales o personas muertas. La chica además esconde un trauma infantil y un secreto que la atormenta. Mantiene una relación lésbica con una amiga que parece no llenarle del todo y su desequilibrio llega a tal punto que intenta suicidarse. Su compañera lesbiana consigue equilibrarla un poco y es entonces cuando alguien le deja una cinta de video en la puerta de su casa...
El trabajo de los Pang Brothers me encanta, no lo niego. La película está repleta de travellings vertiginosos, de primerísimos planos a lo Tony Scott que tanto me gustan, secuencias a lo videoclip, y esta vez consiguen calzar muy bien la banda sonora en cada escena. El fallo está en que la historia no tiene gancho, se pierde el interés, la actriz protagonista no es creíble y cuando parece que la película coge ritmo, lo hace para mostrarnos algo visto una y mil veces en muchos thrillers norte americanos. Así que no la recomiendo ni para pasar el rato ni mucho menos para pasar miedo. Quizás sería recomendable para aquellas personas que disfrutaron con The Eye 2. Para los demás advierto que no perdáis el tiempo, y que aprovechéis el 28 de enero para ir al cine a ver Saw.
No hay comentarios:
Publicar un comentario