Después de salir de hacer un psicotécnico de esos que hacen las empresas para que no se les cuele ningún esquizofrénico, me dirijo al tren y me dan/regalan el nuevo diario barcelonés Què!. Como es evidente, lo primero que alcanzo a ver es la primera página, que como podéis ver en la foto de abajo, consigue destacar por un alarmante a la vez que triste titular. ¿Nos descubre algo? No, pero va bien que nos lo recuerden de tanto en tanto. En especial para esas personas que como bien comentó Adultolescente hace unos días en su blog: “se creen que son habitantes de California”.
Según dice el artículo del nuevo diario Què!, con el sueldo medio de un catalán(21.266 euros)se puede pedir una hipoteca de 97.959 euros a 30 años y comprarse una minicasa, pero olvidándose de que esté en Barcelona. Es curioso, la empresa que me ha obligado a realizar su psicotécnico, me ha asegurado que cobraría unos 14.000 euros al año, eso es poco más de LA MITAD del sueldo medio de un catalán(yo soy catalán). Y eso que es una empresa relativamente importante y el puesto de trabajo es en cadena, es decir, un puesto duro física y sicológicamente, y es por eso que acostumbra a estar “bien” pagado. Con ese sueldo no tendría ni para hipotecarme con una casa de menos de 40 metros cuadrados. Entonces ¿porqué debería aceptar el trabajo? ¿no sería más justo y sobretodo sensato buscar un puesto de trabajo donde pagasen más? El quid de la cuestión está en la estabilidad de un trabajo, que como es obvio, conlleva a recibir una nómina cada mes. Hay puestos de trabajo donde se cobra más pero por lo general suelen ser trabajos temporales o trabajos que te obligan a desplazarte a otra comunidad con el único aliciente de subirte un poco más el sueldo. Hace muy poco pasé todas las pruebas de una empresa importante en el mundo del motor; entrevista, psicotécnico y pruebas médicas. Pues me llaman y me dicen que me hacen un contrato de un año pero en Madrid, y con el único aliciente de cobrar un poco más. La vivienda tenía que buscármela yo y claro, acarrear con todos los gastos, además no me daban ni un día para pensarlo, querían a alguien allí YA, y para un trabajo en cadena.
En cambio en la empresa en la que he rellenado el último psicotécnico(aún faltan más pruebas para completar el proceso de selección)te aseguran, y me han corroborado que es cierto, que al firmar el contrato se obtiene una estabilidad . Vamos, que el contrato indefinido es relativamente fácil de conseguir a no ser que uno sea un vago o por lo que sea entre en conflicto con alguien de la empresa. Así que con 14.000 euros al año no podré hacer mucho, más si me declaro persona de demasiadas inquietudes. Algunas tan ociosas y evasivas como jugar a mis videojuegos ¿Existe alguien que esté de acuerdo con el abusivo precio de los videojuegos para consolas? Yo sinceramente veo más “justo” gastarme 60 euros en comida y bebida o en una cena con mi novia que en comprarme un videojuego, por muy bueno que este sea. ¿Cuestión de preferencias? Quizás, aunque más bien creo que es cuestión de la forma en que llego a valorar el dinero que gano, ya que el esfuerzo que hago por conseguirlo me obliga a repensar en lo que me lo voy a gastar. Por eso es normal que en muchos casos me sienta estafado, y sí, por mucho que me traten de “piratón”, he comprado y regalado juegos, música, cómics y películas originales.
Sigo pensando, y deseo con cierta esperanza que me demuestren lo contrario, que en un país en el que el precio de la vivienda está por las nubes y el trabajo es precario, el precio de los videojuegos y demás estandartes de las izadas y orgullosas banderas de nuestra querida sociedad de consumo, sigue siendo demasiado caro.
Según dice el artículo del nuevo diario Què!, con el sueldo medio de un catalán(21.266 euros)se puede pedir una hipoteca de 97.959 euros a 30 años y comprarse una minicasa, pero olvidándose de que esté en Barcelona. Es curioso, la empresa que me ha obligado a realizar su psicotécnico, me ha asegurado que cobraría unos 14.000 euros al año, eso es poco más de LA MITAD del sueldo medio de un catalán(yo soy catalán). Y eso que es una empresa relativamente importante y el puesto de trabajo es en cadena, es decir, un puesto duro física y sicológicamente, y es por eso que acostumbra a estar “bien” pagado. Con ese sueldo no tendría ni para hipotecarme con una casa de menos de 40 metros cuadrados. Entonces ¿porqué debería aceptar el trabajo? ¿no sería más justo y sobretodo sensato buscar un puesto de trabajo donde pagasen más? El quid de la cuestión está en la estabilidad de un trabajo, que como es obvio, conlleva a recibir una nómina cada mes. Hay puestos de trabajo donde se cobra más pero por lo general suelen ser trabajos temporales o trabajos que te obligan a desplazarte a otra comunidad con el único aliciente de subirte un poco más el sueldo. Hace muy poco pasé todas las pruebas de una empresa importante en el mundo del motor; entrevista, psicotécnico y pruebas médicas. Pues me llaman y me dicen que me hacen un contrato de un año pero en Madrid, y con el único aliciente de cobrar un poco más. La vivienda tenía que buscármela yo y claro, acarrear con todos los gastos, además no me daban ni un día para pensarlo, querían a alguien allí YA, y para un trabajo en cadena.
En cambio en la empresa en la que he rellenado el último psicotécnico(aún faltan más pruebas para completar el proceso de selección)te aseguran, y me han corroborado que es cierto, que al firmar el contrato se obtiene una estabilidad . Vamos, que el contrato indefinido es relativamente fácil de conseguir a no ser que uno sea un vago o por lo que sea entre en conflicto con alguien de la empresa. Así que con 14.000 euros al año no podré hacer mucho, más si me declaro persona de demasiadas inquietudes. Algunas tan ociosas y evasivas como jugar a mis videojuegos ¿Existe alguien que esté de acuerdo con el abusivo precio de los videojuegos para consolas? Yo sinceramente veo más “justo” gastarme 60 euros en comida y bebida o en una cena con mi novia que en comprarme un videojuego, por muy bueno que este sea. ¿Cuestión de preferencias? Quizás, aunque más bien creo que es cuestión de la forma en que llego a valorar el dinero que gano, ya que el esfuerzo que hago por conseguirlo me obliga a repensar en lo que me lo voy a gastar. Por eso es normal que en muchos casos me sienta estafado, y sí, por mucho que me traten de “piratón”, he comprado y regalado juegos, música, cómics y películas originales.
Sigo pensando, y deseo con cierta esperanza que me demuestren lo contrario, que en un país en el que el precio de la vivienda está por las nubes y el trabajo es precario, el precio de los videojuegos y demás estandartes de las izadas y orgullosas banderas de nuestra querida sociedad de consumo, sigue siendo demasiado caro.
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