martes, enero 18, 2005

Rodando por el planeta Tierra

¿Quién dijo que en los videojuegos está todo inventado? De tanto en tanto aparecen videojuegos innovadores y originales que a la vez consiguen ser tremendamente adictivos. Es el caso de Katamari Damacy en ps2. ¿Qué pasaría si nuestro padre fuese el Rey del Cosmos? ¿Qué pasaría si se le ocurriese darse un paseo borracho por la galaxia? Pues lo que pasó es que se estrelló con las constelaciones y se cargó todas las estrellas. Así que nuestro objetivo como Príncipe e hijo del Rey del Cosmos es recuperar las constelaciones. ¿Cómo? Pues con nuestro Katamari, que es algo así como una roca maciza que consigue atraer todo lo que encuentra a su paso; comida, animales, señales de tráfico, personas, árboles, edificios, etc..
Nada más arrancar el juego y escuchar a un japo tarareando a capela una canción setentera nos dará una idea de lo que nos espera. Le sigue una intro surrealista y colorista a partes iguales que no nos cansaremos de ver(yo la veo entera cada vez que pongo el juego). Nuestro personaje no es un tipo guapo, ni fuerte, es un pequeñísimo personaje de 5 centímetros de color verde y con la cabeza rectangular que no dudará, gracias a su Katamari, en arrasar con todo a su paso.




A simple vista parece un juego sencillo, pero poco a poco y a contrarreloj nuestro objetivo se irá complicando, y deberemos hacer nuestro Katamari cada vez más grande. En algunas fases deberemos atrapar a un animal, pero deberemos conseguir el animal más grande para que nuestra estrella también sea grande. Así si nos dice que atrapemos a una vaca, deberemos esquivar a todas las vacas pequeñas, incluso a todo lo que tenga manchas negras como una vaca...




Al control del pad tampoco se le resta originalidad. Previo minitutorial, deberemos usar las setas analógicas para mover nuestro Katamari. También usaremos algún botón del pad pero sólo para opciones adicionales, como cuando conseguimos la cámara de fotos, que es uno de los tantos regalos que están repartidos por todas las fases.




La banda sonora está compuesta por algunas de las canciones más pegadizas que he podido escuchar en un videojuego. Todas son puramente “japos”. Algunas son canciones sencillas pero increíblemente pegajosas y otras están más trabajadas manteniendo el ritmo desenfadado que acompaña al juego.
Katamari Damacy cuenta con unos gráficos sencillos y muy coloristas. Gracias a esta sencillez han ahorrado en polígonos para llenar la pantalla de toda clase de objetos. Así veremos un juego que dentro de la sencillez esconde montones de detalles que iremos descubriendo. Lo más gracioso son los histéricos gritos que sueltan los humanos cuando los arrastramos con nuestra roca y los sonidos de algunos animales.
Entre fase y fase podremos ver unos videos que muestra a una familia que va descubriendo lo que sucede tras el cielo, todo muy absurdo y con unos diseños más propios de una animación en flash que de un video en CGI.





Katamari Damacy consigue envolvernos con su absurda y surrealista historia, y engancharnos con su tremenda jugabilidad. Yo aún no lo he terminado al 100%, pero no tardaré. El problema es que no se ha estrenado aún en nuestro país y tampoco estoy seguro de que se haga. Es por eso que recomiendo modificar la consola para hacerse con uno de importación; la versión USA que está en inglés, merece la pena. Con suerte igual deciden lanzar en nuestro país la segunda parte en la que están trabajando. Tiempo al tiempo. Yo mientras tanto sigo rodando.

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