miércoles, junio 15, 2005

Mutilado

Kolobos es una muy buena película, pero a primera vista puede dar la sensación de estar visionando el típico producto masivo de terror adolescente, en el que un asesino sádico parece haber nacido exclusivamente para aterrorizar y asesinar al típico grupo de crédulos y confiados jóvenes, que también parecen haber nacido única y exclusivamente para morir en manos de un salvaje psicópata. Pero no. Kolobos no es típica, pero sí escarba en lo típico para sacar algo original, y por eso se ayuda a si misma parodiando los tópicos del género. Kolobos es una muy buena película del género slash, que se ríe de manera descarada de la saga Viernes 13, y se permite el lujo de homenajear en alguna escena/asesinato a la sangrienta y claustrofóbica Aquarius, uno de los mejores giallo de los 80. Y todo realizado con un gran ejercicio de estilo y pasión por el género, creando una inquietante atmósfera y sin contar con apenas presupuesto.




Una chica es encontrada en la calle, amnésica y con la cara y el cuerpo con signos de haber sido mutilados. El personal del hospital donde es ingresada, intenta sin éxito averiguar quién le provocó las heridas que recorren la cara y parte del cuerpo. Entonces la chica parece recordar algo. A ella le gustaba dibujar, se estaba medicando para controlar la ansiedad y de manera insólita acepta formar parte de una especie de extraño experimento(¿alguien dijo Gran Hermano?); donde un grupo de jóvenes es introducido en una casa, llena de cámaras, para poner a prueba su convivencia.




Kolobos se toma su tiempo en los primeros minutos. El misterio de la chica ayuda a introducirnos en una inquietante historia, para más tarde, descubrir que todo es una burda excusa de los directores para conseguir encerrar a todas las víctimas en una casa bajo el acecho de un brutal psicópata. Y es eso mismo lo que me encantó. En unos cuantos minutos estaremos presenciando una slash movie en toda regla. Con sus grandes escenas sangrientas donde la hemoglobina, la claustrofobia, y la histeria colectiva formaran el espectáculo central de cada una de las escenas. Donde lo más importante es cómo escapar, y la máxima intriga es quién será el próximo o la próxima en morir. No nos importa, quiero decir, no me importa nada la historia con la que comenzó la película, sólo quiero ver como mueren cada uno de los estúpidos jovenzuelos, y claro, también quiero saber quién es el asesino, lo que me hace mostrar obligado interés en, otra vez, la historia con la que arrancó la película. Ahí el director se apunta unos cuantos puntos en el factor suspense. Empieza contándonos una historia, para en seco para contarnos otra, vuelve a parar para destruirlo todo, y sigue para acabar de contarnos lo que comenzó en un principio.




Kolobos me ha dejado con un buen sabor de boca. Ha conseguido pegarme al televisor con gran expectación hasta la aparición de los títulos de créditos. Pero no nos engañemos, por mucho que nos guste este subgénero de terror, Kolobos tiene sus fallos. Uno de ellos, y para mi el más importante, es que faltan más víctimas(no, no soy un sádico), muere poca gente(no, que no me considero un sádico), aunque la poca que muere lo hace de manera bastante original(sin superar a la saga Destino Final, claro), teniendo en cuenta lo trillado del género, las muertes molan. Y quizás otro fallo importante es el haber creado un final demasiado ambicioso, y a la vez predecible.

En cualquier caso no me esperaba tanta calidad en una película tan poco conocida, con tan poco presupuesto, y que pasó sin pena ni gloria en su versión dvd con el título de Kolobos El Último Suspiro.

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