jueves, junio 09, 2005

Demonios monjiles fosforescentes

Uno de los clásicos de la serie B de los 80 dejó semilla. El clásico: La noche de los demonios. La semilla: El Convento del Diablo. Mike Mendez, el director, es un entrañable bastardo.



El sobre valorado clásico de los 80 de “La Noche de los Demonios”, contaba con interesantes ingredientes para convertirse en una buena película de terror ochentero adolescente: Tenía a la reina del grito, Linnea Quigley, enseñando chicha y haciendo lo que mejor sabe hacer, gritar. Tenían una casa abandonada, un grupo de jóvenes ultrahormonados ávidos de alcohol y de sexo, que se dirigen a la tétrica casa en la noche de Halloween, tenían sangre y un aceptable equipo de fx artesanales, y tenían a Amelia Kinkade; una actriz con el suficiente carisma como para que todo el peso de la película(y de sus secuelas)y del maquillaje demoníaco, recayese sobre ella. Desgraciadamente, para los que pudimos disfrutar de la anteriormente estrenada Demons de Lamberto Bava, no vimos o no supimos apreciar en el primer visionado de “La Noche de los Demonios” lo que en realidad quería ofrecernos la película. La sensación de claustrofobia que envolvía toda la película de Bava era inexistente en la “La Noche de los Demonios”. Quizás, el director Kevin Tenney, no buscaba sensaciones tan profundas en su B movie.




Con el paso del tiempo la película ha ido ganando enteros, pero desgraciadamente sus dos secuelas la siguen superando, en especial la segunda parte. “La Noche de los Demonios” no era una película para tomarse en serio, era una gamberrada, sin estilo, sin pretensiones, pero con todos los clichés de la época, y que en conjunto conseguía formar un producto que los fans demandaban.


Doce años más tarde alguien recoge el testigo, y crea una película bastarda. Mike Mendez crea El Convento del Diablo(The Convent). Sin apenas presupuesto, consigue crear una historia / parodia donde(otra vez)un grupo de jóvenes intóxicados y ultra vitaminados se meten en un convento abandonado, para topar con un patético grupo satánico que incomprensiblemente consigue traer del infierno a demonios monjiles.
The Convent es una gamberrada total, sin más pretensiones que la de hacer reír parodiando a películas como “La Noche de los Demonios”, entre otras. Así nos encontramos con los mismos clichés pero esta vez exagerados; el guaperas (chulesco y además fumeta)y vestido de guaperas, la cheerleader(tonta y guapa a partes iguales)y vestida de cheerleeder, el nerd(estúpidamente estúpido y virgen), el guaperas ingenuo y su novia, y la chica siniestra.



The Convent no pierde el ritmo en ningún momento, en poco menos de 1 hora y 10 minutos, presenciaremos un impresionante y a veces ridículo desfile demoníaco. Incluso le da tiempo para algunos cameos, como la pareja de polis formada por el rapero Coolio y mi admirado Bill Moseley. Imperdible los forzados movimientos espasmódicos de los demonios cuando persiguen a los adolescentes. Imperdible el patético grupo satánico, imperdible la protagonista salvadora, Adrienne Barbeau armada hasta los dientes cual Ash en Evil Dead 2.

Mike Mendez consigue crear una honesta parodia de las B movies ochenteras, con muy poco presupuesto, rozando por momentos el cine basura, pero con mucho estilo. En definitiva, recomiendo The Convent, es como ver un episodio estirado de Buffy pero rodeado del nostálgico aura ochentero que envolvía a los productos que nos llegaban directamente a las estanterías de cintas vhs del videoclub de la esquina.

No hay comentarios: