Familia Disfuncional

A estas alturas supongo que todos conoceréis al prolífico y enfermizo director de cine asiático Takashi Miike, gracias en parte, a su demente y por momentos, surrealista película, Audition. Película que se llevó muy buenas críticas en nuestro país, y que a mi personalmente me dejo un extraño sabor amargo y un pequeño gusanillo en el estómago que me pedía con cierta cautela, más películas de este extravagante director. Antes de ver Audition ya tenía una copia por casa de Visitor Q, una película brutalmente enfermiza y extrema que todo el mundo me recomendaba y que yo no acababa de decidirme a ver, aún teniéndola entre mis manos. Allá dónde fuera y conociera a algún fan del cine asiático, todos me recomendaban ver Visitor Q. Ingenuo de mi, dejé la película a un lado y me metí de lleno en la aventurilla de traducir los subtítulos del inglés al castellano, de otra pequeña obra maestra de Miike, se trata de Ichi The Killer. Por aquel entonces no tenía la versión uncut(sin censurar)de la película, y mi novia y yo tradujimos los subtítulos de la versión censurada. Así que si veis por ahí unos subtítulos creados con los nicks de SuiJark y Nakata, ya sabéis de quienes son. Por cierto, tengo esperándome la versión uncut de Ichi The Killer, más la precuela Ichi, ya solo me falta el manga.



Con el tiempo he ido consiguiendo películas de Takashi Miike y las he ido amontonando, para digerirlas con calma, esperando un buen momento anímico para introducirme en cada una de las insólitas historias que tanto le gusta contar.
Esta mañana lo he visto claro, aprovechando mi tiempo libre y mi estado anímico más que favorable, he decidido lanzarme a la vorágine de ver por primera vez Visitor Q.
La experiencia ha sido extrema, impactante, y como en casi todas sus películas, surreal.
La película cuenta la historia de una familia disfuncional, que poco tendría que envidiar a la familia de carniceros de La Matanza de Texas, y de un visitante, Visitor Q, quién entra en sus vidas para recomponer la dañada y desestructurada familia. Como en muchas de sus películas, todos los personajes están desquiciados, desorientados y llenos de complejos. La familia se compone de un padre fracasado, eyaculador precoz, violador y necrófago que mantiene relaciones incestuosas con su hija, una hija prostituta y que llega a cobrar por sexo hasta a su mismísimo padre. La madre y esposa tampoco se queda corta, una yonqui que se dedica a la prostitución para pagarse las dosis de heroína que se mete y así olvidar las tremendas palizas que le propina su hijo, que a su vez es maltratado por un grupo de chicos de su clase. Como veis la familia no tiene desperdicio. La película está llena de silencios que Miike usa hábilmente para que presenciemos, sin perder la concentración, en como se degradan todos y cada uno de los personajes. El personaje de Visitor Q, como muchos de los personajes de Miike, aparece de la nada, sin pasado, sin historia y con una piedra en la mano. Miike nos muestra en algunas secuencias su afición enfermiza por las mujeres lactantes y en otras la ilimitada locura del ser humano.

Una película no apta para todos los públicos ni mucho menos para aquellas personas excesivamente sensibles. Miike otra vez nos deja inquietos, y con la desazón de saber que el ser humano es todo sentimientos, más malos que buenos, pero sentimientos.