En cambio, a veces cae alguna entretenida para los que disfrutamos con el género de terror o fantástico. Un ejemplo es It Waits, producida por Stephen J Channel. En este caso, antes de lazarse a video, se emitió por televisión como telefilme.
Y otra producción de J. Channel es Left In Darkness, thriller fantástico de ritmo vertiginoso y fotografía psicodélica que se basa en la premisa de “nada es lo que parece” hasta el final, donde una fémina lucha con cierta torpeza para conseguir su lugar en el cielo. El guión se aguanta con pinzas pero el frenesí y algunos golpes de efecto nos hacen soportarla hasta el final sin aburrirnos.
The 8th Plague es una película realizada con ganas y que algunos comparan con Evil Dead por la aparición del libro de los muertos, el famoso Necronomicon, y varios guiños al clásico que se permite el director, como la vista en primera persona del ente maligno. La falta de ritmo es el principal problema de esta película, el director apunta maneras y los actores para no ser profesionales no lo hacen mal, pero el sopor nos atrapará en la primera media hora para despertarnos levemente un poco más tarde con algunas escenas gore muy conseguidas pero que no llegan a salvar el producto final.
Rest Stop es una de las sorpresas que me he llevado últimamente. Puedo admitir que mi pasión por este subgénero me obligue a mostrar una opinión muy poco objetiva pero hay que reconocer que la calidad técnica de esta direct-to-video movie es bastante mejor que algunas de las que se cuelan en nuestras salas de cine comerciales.
La típica pareja joven y feliz con toda una prometedora vida por delante decide escaparse de casa lanzándose a la carretera. En una parada de descanso la joven va al lavabo y cuando sale descubre que su novio y el coche donde viajaban han desaparecido. A partir de aquí comienza la pesadilla. Como comentaba antes, mi opinión no es para nada objetiva, cualquiera con un poco de sentido común abandonará el visionado a la primera incongruencia de guión. Pero mi fanatismo me lleva a asumir sin esfuerzo todos los clichés de este subgénero y puedo perdonar lo que para muchos es imperdonable. Hay fallos, sí, pero la actuación de la protagonista, el ritmo, la familia freak, las deliciosas escenas gore y la maldad, frialdad y reincidencia del pervertido psicópata hacen que disfrutemos de esta Rest Stop hasta el final. Advierto que la versión visionada de esta pseudo road trip movie es la unrated.
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