Por fin mi querido hermano asoma la cabeza en la red, no sin antes haber mostrado una desmesurada pero comprensiva reticencia durante un largo período de tiempo al extenso mar de “copy and paste” de “yo digo y sentencio”, de “o yo o nadie”, de “tú me pagas, yo puntúo” o de “yo molo” y demás actitudes ombliguistas que no hacen sino que evitar el visitar, o en su defecto, refrescar con un práctico F5 en según que webs.
Sahio ofrece lo que pocos pueden; creatividad artística propia, algo de lo que muchos carecemos en el ámbito gráfico y en tantos otros. El arte de su blog sale directamente de su cerebro hasta su privilegiada mano, para plasmarlo en pantalla en forma de coloreados píxeles gráficos.
Yo animo a luchar por la difícil autenticidad, mi objetivo diario suele ser ése. Y la verdad es que el camino es tortuoso, cuesta renunciar a según que opciones y en largas temporadas parece que uno viva a contra corriente, pero esto definitivamente se lleva en la sangre. Si tuviera que elegir a una persona auténtica en este mundo no sería otra, y sin lugar a dudas, que mi propio hermano Sahio. Alguien que parece demostrar, y lo hace, una coherencia extrema entre sus ideas y sus acciones, no sin dejarse llevar en alguna ocasión por algún sentimiento humano de leve fanatismo que es propio de todo aquel que muestre síntomas de pertenecer a la vulgar e imperfecta raza humana.
Desde SahioGlicerina mi hermano Sahio dará rienda suelta a sus vivencias, pensamientos, sueños, divagaciones y todo eso que conforma la masa encefálica del intelecto humano, plasmándolo en modo gráfico y a todo color para disfrute de nuestras sibaritas retinas.
Y con sólo tres posts a sus espaldas no puedo decir otra que cosa que no sea avalar un comienzo escueto pero sincero, y que tiene glicerina para rato. Desde ContraRutina le animo a que abra una sección de videojuegos de importación, redactando algunos de sus análisis que seguro dejarán hundidos en la mierda a más de un supuesto gurú del tema de la sucia y vendida prensa especializada. Mi hermano tiene mecha para rato, tiene talento artístico y determinación para manejar cualquier idea interesante que le llegue al cerebro, sólo le falta empuje y como a casi todos, dinero.
SahioGlicerina no ha hecho más que comenzar.
Sahio ofrece lo que pocos pueden; creatividad artística propia, algo de lo que muchos carecemos en el ámbito gráfico y en tantos otros. El arte de su blog sale directamente de su cerebro hasta su privilegiada mano, para plasmarlo en pantalla en forma de coloreados píxeles gráficos.
Yo animo a luchar por la difícil autenticidad, mi objetivo diario suele ser ése. Y la verdad es que el camino es tortuoso, cuesta renunciar a según que opciones y en largas temporadas parece que uno viva a contra corriente, pero esto definitivamente se lleva en la sangre. Si tuviera que elegir a una persona auténtica en este mundo no sería otra, y sin lugar a dudas, que mi propio hermano Sahio. Alguien que parece demostrar, y lo hace, una coherencia extrema entre sus ideas y sus acciones, no sin dejarse llevar en alguna ocasión por algún sentimiento humano de leve fanatismo que es propio de todo aquel que muestre síntomas de pertenecer a la vulgar e imperfecta raza humana.
Desde SahioGlicerina mi hermano Sahio dará rienda suelta a sus vivencias, pensamientos, sueños, divagaciones y todo eso que conforma la masa encefálica del intelecto humano, plasmándolo en modo gráfico y a todo color para disfrute de nuestras sibaritas retinas.
Y con sólo tres posts a sus espaldas no puedo decir otra que cosa que no sea avalar un comienzo escueto pero sincero, y que tiene glicerina para rato. Desde ContraRutina le animo a que abra una sección de videojuegos de importación, redactando algunos de sus análisis que seguro dejarán hundidos en la mierda a más de un supuesto gurú del tema de la sucia y vendida prensa especializada. Mi hermano tiene mecha para rato, tiene talento artístico y determinación para manejar cualquier idea interesante que le llegue al cerebro, sólo le falta empuje y como a casi todos, dinero.
SahioGlicerina no ha hecho más que comenzar.
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