Generalmente cuando una película es oscura, es sinónimo de terror o de suspense, pero ¿puede mezclarse el terror, con el suspense, la comedia y el romance dentro de una atmósfera opresiva? Definitivamente SÍ. He tenido la enorme suerte y el placer de comprobarlo con Kontroll; una claustrofóbica, oscura, y a la vez cómica y conmovedora película húngara que nos regala su director, Nimród Antal como ópera prima, después de haber realizado dos cortometrajes.
Kontroll nos sumerge, de una manera natural y cotidiana, en los hipotéticos y oscuros subterráneos del metro de Budapest, para vivir en primera persona a través del protagonista Bulcsú, cómo es la vida de un inspector de billetes del metro. Bulcsú, es un tipo relativamente joven, forma parte de uno de los tantos pequeños y carismáticos grupos de inspectores que existen en las diferentes líneas, y cumple por inercia con su odioso y difícil trabajo de pedir el billete de metro a los usuarios, muchos de ellos pertenecientes a la peor de las calañas. Pero Bulcsú no es como los demás, revela un aire de misterio y de culpa que nos hace pensar que huye de algo y que su trabajo se le queda algo pequeño. No obstante, atormentado, Bulcsú pasa las 24 horas del día dentro del metro, no quiere saber nada, ni parece importarle nada del mundo exterior. Usa el metro como caparazón, piensa que los subterráneos son su actual vida, sus metas están allí y parece haberlas alcanzado con creces. Pero algo escapa a su control dentro del metro, alguien se dedica a empujar a personas a las vías.
Kontroll me ha impresionado, además de por su fotografía sombría, por mezclar muy bien diferentes géneros, y aunque quizás destaque algo más el género de suspense, también tiene sus buenas secuencias de acción, emotivas y cómicas. La parte oscura predominante es hipnótica, la fotografía es muy parecida a la de El Maquinista, pero en Kontroll se juega mucho con la luz de los fluorescentes, la única luz que veremos en toda la película, y con esas luces el director consigue en más de un plano evocar símbolos universales, como los del Bien y el Mal. Así nos muestra a que bando pertenecen algunos personajes por qué tipo de luz les ilumina o cómo van vestidos.
La banda sonora electrónica también juega un papel muy importante en el nivel opresivo de la película. Los ritmos electrónicos están perfectamente encajados en cada secuencia y contribuyen a engrandecerla aún más.
Como he comentado antes, la película está rodada en los hipotéticos subterráneos de Budapest. Nada más comenzar la película aparece el director del Transporte Público de la Ciudad de Budapest, Aba Botond, para comentarnos que es amigo del director, y para advertirnos que todo lo que cuenta la película sobre los inspectores es ficción, y que está muy orgulloso de haber dado permiso al director para rodar dentro del metro.
En definitiva, Kontroll es una fábula optimista pero a la vez cruda y mordaz, sobre la eterna lucha entre Bien y el Mal, con un mensaje claro; por muy jodido que estés, siempre habrá algo positivo en tu vida por lo que luchar. Película altamente recomendable.
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