lunes, marzo 14, 2005

Eyaculación en el punto de mira... de ella

La industria del porno se retuerce y sus creadores y productores ávidos de dinero e inquietos exploradores de las perversiones más convencionales, por decirlo de alguna manera, hacen lo mismo e intentan sobre pasar el límite y buscar la otra vuelta de tuerca. Ahora ya no son suficientes las eyaculaciones faciales, ni las eyaculaciones faciales masivas conocidas como bukkake, ni las eyaculaciones anales, ni vaginales ya sean internas o externas(qué romántico era aquello de correrse en los pechos de esa actriz porno ochentera, o en la espalda desde detrás), ahora no, ahora se busca algo más, y ya que las actrices porno cobran una pasta, los pervertidos directores y productores las llevan a ellas también al límite, sin importarles si la escena les pueda costar un ojo de la cara, literalmente. Ahora están de moda las eyaculaciones directas al ojo, sí, como leéis, la fémina debe aguantar sin el necesario parpadeo durante unos segundos para que el entregado actor pueda afinar la puntería y eyacular directamente en la retina de la obediente y resignada actriz. Ya sabéis a la velocidad que viaja el esperma cuando es escupido desde nuestro miembro, y el escozor que debe producir cuando se derrama entre los párpados. Pero ellas son las encargadas de cumplir las fantasías más perversas, y estoicamente sonríen mientras aguantan las fuertes ráfagas contra su retina. El explícito título de la famosa saga que estrenó esta bizarra especialidad es Pink Eye, que a fecha de hoy ya va por la quinta entrega con una media de cuatro escenas por película. Recomiendo ver alguna de las cinco películas sólo como curiosidad, si os mola pues mejor que mejor para vosotros, pero que sepáis que si es de vuestro agrado es que no estáis muy lejos de dar la vuelta completa, de sobre pasar el límite, estáis a un paso de no poder practicar el onanismo con imaginación jamás.




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