Llevo casi una semana sin postear y este post es casi auto obligado. El tema es que el tiempo libre que consigo sacar lo dedico a mi querida ps2, me sabe mal que se cubra de polvo, así que le paso un trapito por encima cada día, y le meto un par de juegos. Estoy a punto de acabar con el Máximo Army of Zin, y me he liado con el Metal Gear Solid 2 Sons Of Liberty, que ya era hora, mi hermano se lo ha pasado más de 15 veces(no exagero)y yo todavía ninguna. El problema está en que de lunes a viernes no puedo dedicar mucho tiempo a la consola, la verdad es que el poco tiempo libre que saco entre semana es para internet, para ver alguna película o serie, y como no, para mi novia. Y el curro, buff! el maldito curro. En el curro nos meten bastante caña, es un curro duro y rutinario, pero tampoco estoy sorprendido ni pretendo soltar una pataleta por lo mucho que nos explotan. Soy realista, no tengo carrera universitaria, así que para ganar pasta tengo que currar realizando esfuerzo físico, es decir, literalmente vendo mi fuerza de trabajo(como siempre he hecho), como muchos otros. Llevo casi un mes haciendo exactamente la misma rutina de trabajo. Os explicaré un poco como funciona el tema, más que nada por comentar algo, en teoría, interesante. Mi reciente trabajo es de soldador industrial en una fábrica de coches, mi puesto de trabajo se compone de varios ciclos, cada ciclo tiene una rutina de proceso, y todos los ciclos deben acabar antes de un tiempo determinado medido en segundos. El problema está en que los veteranos conocen todos los ciclos de trabajo de un puesto, pero los novatos como yo NO, así que mientras los veteranos rotan cada dos horas, es decir, cada dos horas cambian de ciclo, los novatos como yo se joden y se pasan toda la jornada haciendo exactamente lo mismo, el único ciclo que aprenden. En teoría esto no debería pasar, lo normal es que nos enseñen desde un principio todos los ciclos para así poder rotar, pero como siempre, las prisas por terminar un modelo de coche hace que los comentarios que le hago a los encargaillos caigan en saco roto. Me informé de si había más personas con nuestro mismo problema y sí, un veterano me comentó que estuvo tres años haciendo el mismo ciclo, y luego le cambiaron de puesto y se tiró dos años haciendo también el mismo ciclo.
La rutina jode, nos jode a todos, pero si nos la ofrecen en “pequeñas” raciones de dos horas se convierte en algo más soportable. Además de ser un trabajo duro; carga la espalda, los brazos, los hombros, agarrota los dedos, y se sufren quemaduras leves pero molestas, encima carga mentalmente el tener que repetir continuamente el mismo ciclo de trabajo durante toda la jornada. Y además soy uno de los “afortunados” a los que les ha tocado el turno de noche fijo(tanto si quería, como si no)hasta más o menos un mes antes de terminar el contrato.
Pero no todo en el curro va a ser malo(yo hasta hace poco creía que si). Tenemos unos pequeños descansos que se nos convierten en más pequeños aún debidos al cansancio y la pesadez del turno de noche, pero que se disfrutan. La otra noche, en uno de estos descansos, nos encontramos a un tipo tirado literalmente en una mesa, con los ojos cerrados. Dos compañeros y yo lo miramos y bromeamos con que estaba muerto, “la empresa lo mató” dije, mis compañeros se rieron. Será por eso que me llaman “el tío de las frases”, hay alguno que me llama “jodido freak” en tono cariñoso. Por suerte hay un buen ambiente de trabajo, en parte es porque cada uno tiene su curro, y nadie se puede escaquear o dar más trabajo a otro(como pasa en otros curros)y en parte porque poca relación se tiene con los compañeros fuera de los descansos. Y una de las mejores cosas que tiene este trabajo(además del sueldo)es que me dejan usar radio/discman, sin este preciado aparatito mi lucha contra la rutina sería imposible. Sin eso, y sin este blog y las personas que lo leen, que pienso muchas cosas que escribir en el mientras curro, pero desgraciadamente cuando llego a casa se me va todo. Llegar a casa se ha convertido en una especie de escape de algo, muchas mañanas llego a casa después del turno de noche y lo único en lo que pienso es en dormir, pero en cuanto enciendo el monitor para comprobar si el ordenador ha cumplido con su jornada laboral mientras no estoy, se me quita el sueño y solo pienso en navegar por internet leyendo blogs hasta que se me cierran los ojos.
En fin, espero no haberos aburrido mucho, a veces va bien desahogarse por aquí.
La rutina jode, nos jode a todos, pero si nos la ofrecen en “pequeñas” raciones de dos horas se convierte en algo más soportable. Además de ser un trabajo duro; carga la espalda, los brazos, los hombros, agarrota los dedos, y se sufren quemaduras leves pero molestas, encima carga mentalmente el tener que repetir continuamente el mismo ciclo de trabajo durante toda la jornada. Y además soy uno de los “afortunados” a los que les ha tocado el turno de noche fijo(tanto si quería, como si no)hasta más o menos un mes antes de terminar el contrato.
Pero no todo en el curro va a ser malo(yo hasta hace poco creía que si). Tenemos unos pequeños descansos que se nos convierten en más pequeños aún debidos al cansancio y la pesadez del turno de noche, pero que se disfrutan. La otra noche, en uno de estos descansos, nos encontramos a un tipo tirado literalmente en una mesa, con los ojos cerrados. Dos compañeros y yo lo miramos y bromeamos con que estaba muerto, “la empresa lo mató” dije, mis compañeros se rieron. Será por eso que me llaman “el tío de las frases”, hay alguno que me llama “jodido freak” en tono cariñoso. Por suerte hay un buen ambiente de trabajo, en parte es porque cada uno tiene su curro, y nadie se puede escaquear o dar más trabajo a otro(como pasa en otros curros)y en parte porque poca relación se tiene con los compañeros fuera de los descansos. Y una de las mejores cosas que tiene este trabajo(además del sueldo)es que me dejan usar radio/discman, sin este preciado aparatito mi lucha contra la rutina sería imposible. Sin eso, y sin este blog y las personas que lo leen, que pienso muchas cosas que escribir en el mientras curro, pero desgraciadamente cuando llego a casa se me va todo. Llegar a casa se ha convertido en una especie de escape de algo, muchas mañanas llego a casa después del turno de noche y lo único en lo que pienso es en dormir, pero en cuanto enciendo el monitor para comprobar si el ordenador ha cumplido con su jornada laboral mientras no estoy, se me quita el sueño y solo pienso en navegar por internet leyendo blogs hasta que se me cierran los ojos.
En fin, espero no haberos aburrido mucho, a veces va bien desahogarse por aquí.
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