lunes, marzo 21, 2005

Oscuridad

Llevaba un tiempo sin recibir mi dosis de cine oscuro y opresivo, y no por falta de intentarlo con películas que presumen de fotografía oscura y luego resultan ser un chasco. A veces lo mejor de una película no es la historia que cuenta, ni tampoco los actores, sino la forma de rodar que usa el director, el clima que consigue con sólo acertar con su cámara en cada ángulo desde el que enfoca, y creándonos tensión mostrándonos lo menos posible, o simplemente sin mostrar nada. Así nos dejamos llevar por nuestra imaginación hasta encontrarnos con lo que el director quiere que veamos. Este podría ser el caso de Dead Birds, película que se estrenó en la pasada Semana de Cine Fantástico y de Terror de Donostia-San Sebastian, y que no creo que tarde mucho en estrenarse por aquí, al menos en dvd.



Dead Birds está ambientada en la Alabama de 1863, y arranca con el sanguinolento atraco a un banco por parte de una banda de forajidos que no dejan muy claro si pertenecen al ejercito o no. A primera vista todo indica que estamos a punto de presenciar un western violento, pero no. Los ladrones huyen hasta llegar a un caserón abandonado, y tienen la brillante idea de pasar la noche en él antes de dirigirse a Méjico a la mañana siguiente. Antes de ver la película ya me había informado más o menos de lo que trataba, pero mi emoción se disparó cuando todos los ladrones entraron en el oscuro caserón y poco a poco comenzaron a presenciar fenómenos extraños dentro de las oscuras habitaciones. Son las películas que me entusiasman, las claustrofóbicas, y si encima están bien dirigidas pues ya no puedo pedir más. También me apasionan y a la vez me aterrorizan las películas sobre espíritus y casas encantadas, pero esta Dead Birds no da miedo, es el suspense lo que nos atrapa.




El trabajo que realiza el director Alex Turner con su cámara es genial. Siempre enfocando de abajo hacia arriba, mostrándonos los techos de cada una de las habitaciones de la casa, eligiendo el ángulo más opresivo, y todo ello con una extremada oscuridad. La única luz que podremos ver vendrá de las lámparas de mano que llevan cada uno de los ladrones. Reconozco que me esperaba una película como la genial, repito, GENIAL Dog Soldiers, pero Dead Birds va de otro palo, el peso recae más en el suspense, más en el qué pasará que no en la lucha encarnizada dentro de una casa contra seres salvajes. Los ladrones luchan contra algo difícil de combatir, contra algo que no pueden tocar. Podrían haber optado por hacer una peli más gamberra y más gore, pero parece ser que el director quería darle el toque de suspense que llega a funcionar muy bien durante los primeros 40 minutos, pero que luego se echa en falta algo más de ritmo. De todas formas se perdona por el alto nivel de ambiente asfixiante, y por el necesario toque de gore que se puede ver. Y aunque la historia no sea muy original y deje algunos cabos sueltos, se puede disfrutar muy bien si os gustan los ambientes opresivos y claustrofóbicos. Un dato, el actor protagonista es Henry Thomas, el de E.T.

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