Queridos Reyes Magos:
Este año, como cada año, me he portado bien. He aceptado trabajos basura para poder pagar la conexión a Internet y ver un poco más contentos a mis padres. Este año no he asesinado, ni he robado, ni he maltratado a ningún animalito. Eso sí, como cada año, he visto mucha pornografía mientras disfrutaba de extensas sesiones de onanismo extremo, he visionado mucho cine violento mientras engullida ingentes cantidades de cerveza de lata, y también he jugado a algunos videojuegos sangrientos para evadirme de la cruda realidad que me ha tocado vivir. Pero en ningún momento he agredido a ningún miembro de mi familia ni alrededores, y he saludado cordialmente y a diario a todo aquel vecino que me encontraba en el rellano de mi escalera. Como veis, me he portado bien y no he fallado un solo día en la toma de mi medicación.
Este año, como cada año, me he portado bien. He aceptado trabajos basura para poder pagar la conexión a Internet y ver un poco más contentos a mis padres. Este año no he asesinado, ni he robado, ni he maltratado a ningún animalito. Eso sí, como cada año, he visto mucha pornografía mientras disfrutaba de extensas sesiones de onanismo extremo, he visionado mucho cine violento mientras engullida ingentes cantidades de cerveza de lata, y también he jugado a algunos videojuegos sangrientos para evadirme de la cruda realidad que me ha tocado vivir. Pero en ningún momento he agredido a ningún miembro de mi familia ni alrededores, y he saludado cordialmente y a diario a todo aquel vecino que me encontraba en el rellano de mi escalera. Como veis, me he portado bien y no he fallado un solo día en la toma de mi medicación.
Queridos Reyes Magos, este año me llenaría de enorme satisfacción poder tener en mis manos una de esas videoconsolas portátiles que suelen comprar los ricos y/o fanáticos el día de su lanzamiento oficial, que hace que muchos currelas trabajen las horas extras con especial ilusión, y que muchos resignados padres de familia se cansen de escuchar sus nombres en bocas de sus digitales hijos. Tan simple me he vuelto, que rozando la treintena de edad he decidido no pedir mucho más, o no pedir deseos imposibles; ya me cansé de pedir justicia, de pedir un trabajo y una vivienda digna, y ahora tan solo me conformo con pequeños bienes materiales para pasar las horas muertas de mi aburrida y condenada existencia.
Atentamente, un disidente inconformista que cada día que pasa, se vuelve un poco menos disidente y un poco menos inconformista, y ve más claro que se ha equivocado de planeta, pero que sigue declarándose en contra de cualquier tipo de rutina perjudicial para la salud del ser humano.
A todos los pobres, desamparados y marginados, les deseo mucha fuerza para seguir luchando. Y a todos los ricos y adinerados les deseo felicidad.
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