lunes, enero 16, 2006

El Cazador

Dicen que en Australia hay bastas dimensiones de terreno sin habitar, dicen que existen pueblos abandonados a cientos de kilómetros de la civilización. ¿Qué pasaría si un sádico asesino en serie, experto en el ancestral arte de la caza, decidiera vivir en uno de esos inhabitados lugares a la espera del próximo turista incauto?


En Wolf Creek dos jovencitas y un jovencito son los incautos turistas que se tiran en coche a la carretera con ligeros síntomas de resaca, para emprender un viaje hacia no se sabe donde, y que acabará por desgracia, en manos de un caricaturesco psychokiller.
Greg McLean es el director, productor y guionista de esta película de bajo presupuesto que ha arrasado por todos y cada uno de los festivales fantásticos en los que ha sido proyectada. Y su éxito no se basa en provocar angustia, ni inquietud (que la provoca) sino en alejarse un poco de las películas de psicópatas en las que el peso protagonista recae siempre en una misma actriz. En ésta, el auténtico protagonista es el asesino. Los demás, aunque sigamos su agonía y desesperación en primera persona, son simple carnaza. El problema de Wolf Creek es que está basada supuestamente en hechos reales, y el final no convence ni satisface, porque además de apresurado, no es creíble. En cambio la primera media hora está perfectamente construida para meternos en situación y no saber a ciencia cierta que nos espera. Eso sí, en cuanto somos conscientes de la trampa en la que caen nuestros ingenuos protagonistas, comenzaremos a notar la angustia, y disfrutaremos de un par de escenas gore deliciosas.

La fotografía es digna de mencionar, está cuidada con una gran sensibilidad, tanto que algunos de los fotogramas de la película podrían convertirse perfectamente en cuadros de una galería paisajista. En eso recuerda algo a La Matanza de Texas. El miedo a lo rural, a las extensas regiones de terreno presumiblemente inhabitadas, a lo profundo, a lo desconocido. Nunca sabemos qué o a quién podremos encontrarnos…




Wolf Creek, y siendo objetivo, no destaca por ser una gran película. A mi me encantó, pero porque me encantan casi todas las películas de psicópatas. Ésta tiene un buen comienzo, unas buenas escenas sangrientas, incluso algo de humor negro, pero peca de algunos fallos en el guión que no hacen creíble algunas de las escenas. Eso sí, hay que verla en versión original, la risa del asesino es agradablemente enfermiza. Así que si llega en dvd por estos lares, activar el sonido original.

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