Casi se me pasa, si no llega a ser por el apreciado Adultolescente se me hubiera pasado de manera imperdonable el celebrar el primer aniversario de este blog. Y es que últimamente aunque no esté, por una mezcla de intencionalidad y suerte, atacado de estrés, me siento en una situación un tanto volátil y transitoria luchando a diario con repentinos, absurdos y molestos ataques de apatía y preocupándome en exceso por mi lamentable futuro y por el de quienes me rodean. Pero no hablaré de mí, sino de este blog bautizado como ContraRutina, y que si no llega a ser por Adultolescente y Funspot, jamás hubiera existido. Ellos fueron quienes me animaron desde el foro de Game Over, y desde aquí les agradezco el empuje, porque gracias a Contra Rutina he podido conocer a más personas, a más blogs, y me he desahogado lo mio (y lo que me queda) escribiendo parte de lo que pasa por mi inquieto cerebrito, de lo que pasa de manera fugaz, y de lo que aspira a enquistarse en las profundidades de mi cubículo cerebral hasta la muerte.
También ha sido de gran ayuda para reconciliarme con las letras y su amoldado universo ortográfico, rebosante de leyes gastadas y autoritarias erigiéndose victoriosas ante mi ignorancia, y logro sin amedrentarme, aprender un poco más cada día de ese viciado universo literario. Escribir a diario es duro cuando se tienen otras obligaciones, o simplemente cuando no se consigue un equilibrio mental y las ideas son arrancadas y sustituidas por preocupaciones banales pero necesarias para poder sobrevivir en este podrido asfalto urbanita, por eso mismo me he limitado a postear cuando me apetecía, y parece que nadie me lo ha reprochado. En muchas ocasiones he sentido que podía escribir algo, y más tarde, al llegar a casa, por pereza o por no tener lo suficientemente claro lo que quería comentar lo he dejado a un lado para jamás retomarlo. Y a veces he considerado que no resultaría interesante para nadie.
Me gustaría depender de todo el tiempo del mundo para revisionar todas las películas, cómics, música y novelas que me apasionan, y las que voy conociendo por los blogs amigos para debatir hasta el último detalle, pero este mundo de locos no tiene espacio libre para pajeros, las 24 horas del día dan para poco más que para poder currar para vivir, y dormir para poder currar, y uno tiene que abrirse paso a codazos entre tanta innecesaria sumisión y evitable sufrimiento mecánico y abisal.
Y aquí sigo un año después, con ganas de seguir posteando e intercambiar opiniones con cualquiera que pase por este humilde blog. Por suerte jamás se me pasó por la cabeza abandonar el blog y aunque a veces, como en estos últimos días, no he podido escribir nada, más por desidia que por otra cosa, me he limitado a ser paciente y esperar a que broten las ganas. Y esperando al ansia y meditando, no he tardado en concluir que las ganas surgen cuando soy consciente de que todos los que me leéis, merecéis el esfuerzo de que siga escarbando en la basura, ya sea por internet, por el último rincón del videoclub más cercano a mi agujero, o por el más abandonado y rancio tenderete de un desgastado mercadillo de segunda mano. Mi aportación a la blogosfera y a la red, es una aportación más, que en conjunto, algún día y siendo muy optimista, podría convertirse en referencia para generaciones venideras. Y en caso de que no fuera así, mi paso por la red habría servido para amenizar de manera altruista los ratos libres de cualquiera con acceso a este adictivo, entretenido y cultural multiverso virtual. Si algún día esto muere confío en que el caché del Google lo mantenga público el suficiente tiempo como para que otros se decidan a plasmar sus ideas y similares aficiones en la red.
Aprovecho para enviar un enérgico saludo a todos los blogs y webs que tengo recogiditos a la izquierda de Contra Rutina. Todos ellos me entretienen y alegran en muchos momentos, y algunos son una gran fuente de información, inspiración y aprendizaje. Saludos cordiales a todos ellos, y aquí seguiré hasta que un mal mayor me lo impida.
También ha sido de gran ayuda para reconciliarme con las letras y su amoldado universo ortográfico, rebosante de leyes gastadas y autoritarias erigiéndose victoriosas ante mi ignorancia, y logro sin amedrentarme, aprender un poco más cada día de ese viciado universo literario. Escribir a diario es duro cuando se tienen otras obligaciones, o simplemente cuando no se consigue un equilibrio mental y las ideas son arrancadas y sustituidas por preocupaciones banales pero necesarias para poder sobrevivir en este podrido asfalto urbanita, por eso mismo me he limitado a postear cuando me apetecía, y parece que nadie me lo ha reprochado. En muchas ocasiones he sentido que podía escribir algo, y más tarde, al llegar a casa, por pereza o por no tener lo suficientemente claro lo que quería comentar lo he dejado a un lado para jamás retomarlo. Y a veces he considerado que no resultaría interesante para nadie.
Me gustaría depender de todo el tiempo del mundo para revisionar todas las películas, cómics, música y novelas que me apasionan, y las que voy conociendo por los blogs amigos para debatir hasta el último detalle, pero este mundo de locos no tiene espacio libre para pajeros, las 24 horas del día dan para poco más que para poder currar para vivir, y dormir para poder currar, y uno tiene que abrirse paso a codazos entre tanta innecesaria sumisión y evitable sufrimiento mecánico y abisal.
Y aquí sigo un año después, con ganas de seguir posteando e intercambiar opiniones con cualquiera que pase por este humilde blog. Por suerte jamás se me pasó por la cabeza abandonar el blog y aunque a veces, como en estos últimos días, no he podido escribir nada, más por desidia que por otra cosa, me he limitado a ser paciente y esperar a que broten las ganas. Y esperando al ansia y meditando, no he tardado en concluir que las ganas surgen cuando soy consciente de que todos los que me leéis, merecéis el esfuerzo de que siga escarbando en la basura, ya sea por internet, por el último rincón del videoclub más cercano a mi agujero, o por el más abandonado y rancio tenderete de un desgastado mercadillo de segunda mano. Mi aportación a la blogosfera y a la red, es una aportación más, que en conjunto, algún día y siendo muy optimista, podría convertirse en referencia para generaciones venideras. Y en caso de que no fuera así, mi paso por la red habría servido para amenizar de manera altruista los ratos libres de cualquiera con acceso a este adictivo, entretenido y cultural multiverso virtual. Si algún día esto muere confío en que el caché del Google lo mantenga público el suficiente tiempo como para que otros se decidan a plasmar sus ideas y similares aficiones en la red.
Aprovecho para enviar un enérgico saludo a todos los blogs y webs que tengo recogiditos a la izquierda de Contra Rutina. Todos ellos me entretienen y alegran en muchos momentos, y algunos son una gran fuente de información, inspiración y aprendizaje. Saludos cordiales a todos ellos, y aquí seguiré hasta que un mal mayor me lo impida.
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