Russ Rankin, carismático frontman, vocalista, y principal responsable de la mayoría de las incendiarias letras de Good Riddance, deja por un momento su acertado y delicioso proyecto en paralelo Only Crime, para volver a sus raíces y colaborar en parir un señor cd y recuperar la identidad del grupo después de un insulso y amelódico Bound By Ties Of Blood Affection. Es el momento de demostrar todo lo que han aprendido durante la última década y plasmarlo sin complejos en un cd acertadamente titulado My Republic.
Hay algo de NOFX, hay algo de Bad Religion, hay algo de Pennywise, incluso hay algo de Randy, y hay mucho de los genuinos Good Riddance. Luck Pabitch, guitarrista ejemplar en el hardcore melódico dentro del punk noventero, acierta en cada nota que puntea desde esa frenética guitarra que tanto hizo que flipara en los 90 con temas que se engancharon pegajosamente a mi oxidado cerebro. Aún consigue que se me ponga la piel de gallina al verlo tocar el tema Salt de Ballads From The Revolution en el directo del Bizarre Festival 99 en Alemania. Y qué decir de Sean Sellers; el batería que tengo en el pedestal supremo de los baterías celestiales con los que sueño ser en otra vida.
Good Riddance aciertan de pleno al lanzar My Republic, absorbiendo y adaptando en 30 minutos y medio y sin complejos, estilos de grupos de los 90 que ayudan a que el hardcore melódico no muera ni caiga en decadencia y demostrando que una simple canción punk lo puede ser TODO en cualquier momento y en cualquier lugar de la vida de cualquier persona.
Me tomo la molestia de subir a la popular YouTube un extracto del Bizarre Festival del 99 de la canción Salt del Ballads From The Revolution.
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