Los fans de las películas de Charles Bronson y Steven Seagal, poseedores de un pc, una ps2 o una xbox, están de enhorabuena, ha llegado su juego: The Punisher.
Hace unos meses que un conocido asegurando ser conocedor de mis gustos virtuales, me recomendó insistentemente que me hiciera con una copia de The Punisher para ps2, él mismo lo había jugado y me decía que era un juego salvaje y bastardo. Yo, algo receloso cometí el error de no hacerle caso… hasta ahora. The Punisher me tiene enganchado como pocos juegos lo han hecho hasta fecha de hoy. Ya lo he completado y espero con ansias su segunda parte, que por lo que he leído se está preparando para presentarla en el próximo E3.
Mi intención no era hacer una reseña del juego porque pretendía seguir el consejo de mi hermano de “hasta que no me lo paso entero no escribo”, y el concepto de “pasárselo entero” para mi hermano quiere decir que tiene que reventar el juego a tope, al máximo; llegando a todos los finales (si existen varios), incluso pasarlo más de una vez (y de dos y de diez) , jugando en todos los niveles de dificultad, consiguiendo todos los extras y demás parafernalia videojueguil que hace, sólo en algunos casos, más larga la vida de un videojuego. Así que como he completado el juego pero no he conseguido todos los extras, y sinceramente, los extras del juego lo hacen lo suficientemente interesante como para rejugarlo, no escribiré una reseña completa, pero sí comentaré lo más destacado, y el porqué me tiene pegado a la pantalla todas las tardes.
Aprovechando la física del motor Havok que tantos buenos resultados dio con las dos partes de Max Payne y con algunas decenas de juegos más, conoceremos al mejor Castigador pixelado hasta la fecha, sin desmerecer al clásico de Capcom. Estamos frente a una especie de Max Payne, con The Punisher como protagonista pero sin nuestro querido tiempo bala (bullet time). Tenemos, eso sí, otro efecto llamado Modo Masacre, que no llega a ser tan espectacular como el tiempo bala, pero que guarda cierta similitud y se disfruta con un malsano salvajismo. El efecto consiste en usar el botón “triangulo” (en ps2) cuando la barra azulada de la esquina inferior izquierda de nuestra pantalla nos lo permita, entonces se activará un filtro en blanco y negro y los enemigos ralentizarán sus movimientos y nosotros seremos aún más rápidos de lo normal. Así podremos en pocos segundos cepillarnos sin piedad a montones de enemigos lanzándolos por el aire y/o acuchillándolos. Pero empecemos por el principio; meto el dvd en la bandeja de la ps2, espero que cargue y sale una intro que me hace intuir hasta donde llega el nivel de violencia del juego. En la intro, nuestro protagonista ya revienta cabezas con una cierta chulería rencorosa, porque claro, es The Punisher, el antihéroe, está cabreado y se mola.
Al parecer la prensa especializada recibió una beta del juego que era mucho más dura y violenta que el juego final, en ella aparecían desmembramientos y decapitaciones acompañadas de litros y litros de sangre. En la versión final y comercial, no se ve tanta sangre “gracias” a un filtro en blanco y negro y algunos intencionados giros de cámara, y al parecer no aparecen decapitaciones ni desmembramientos, pero eso sí, reventaremos cabezas de un disparo y en algunas ocasiones introduciremos una granada en la boca de un enemigo y veremos como corre desquiciado hasta que vuela en pedazos. Así que estaremos jugando a un juego censurado pero no por ello descafeinado, la violencia está ahí y es casi igual de explícita que la versión beta.
La mecánica del juego no podía quedar mejor con el personaje que manejamos. El tipo se enfrenta a hordas de enemigos pudiendo elegir ir a saco, es decir, pillar una o dos armas a la vez y eliminar a todos los que se le pongan por delante, o ir más pausado intentando practicar lo que es la gran novedad del juego; los interrogatorios. Lo mejor es pasar de ir a saco e intentar practicar la bien pensada opción de interrogarlos, esto es tremendamente adictivo ya que hay más de cien interrogatorios distintos, incluso interrogatorios especiales y muertes especiales.
Interrogatorios normales: Nos acercamos al enemigo y pulsamos el botón “X”, entonces depende del enemigo se nos activaran varios tipos de interrogatorios, pudiendo elegir entre cuatro que siempre serán los mismos; amenazar con el arma, pegar puñetazo, destrozar cabeza, y ahogarlo. Aparecerá una barra de energía en la que deberemos mantenernos 3 segundos dentro de una pequeña barra naranja, si lo conseguimos habremos completado el interrogatorio, sino, mataremos al enemigo, nos descontarán puntos, no ganaremos energía, y no conseguiremos armas ni pequeñas treguas con nuestros enemigos. Entonces queda claro que los interrogatorios son muy útiles, nos ayudarán a meternos en la trama que aunque parezca mentira existe, y lo que es mejor, interrogar nos dará más energía para nuestra barra de vida. Algo muy beneficioso cuando no dispongamos de nuestro particular tiempo bala y vayamos escasos de energía.
Interrogatorios especiales: Cuando veamos a un enemigo en el que encima de su cabeza aparezca una calavera, deberemos ir con cuidado porque la calavera indica que tiene información importante. Ésta nos ayudará a conseguir información valiosa, que nos permitirá pasar la misión de una manera algo más fácil, consiguiendo más armas, así que intentaremos no hacer daño al enemigo y cuando lo enganchemos buscaremos una zona con una calavera: la zona de los interrogatorios especiales. Los hay de todo tipo, desde amenazar con taladros, incrustar la cabeza con cualquier objeto, quemar, amenazar con tirar al vacío, cerrar ventanas contra la cabeza, vamos, una brutalidad que conseguirá saciar nuestra vena más sádica.
Muertes especiales: Este detalle también está muy bien, no es que sirva de mucho (aumentar algo más nuestra puntuación) pero quedaremos más peliculeros, más a lo Charles Bronson. Se aplica casi el mismo procedimiento del interrogatorio especial pero esta vez podremos coger a cualquier enemigo (aunque no tenga calavera encima de su cabeza) y lo enganchamos y nos lo llevamos hasta el lugar donde aparece una calavera de color amarillo. Allí acabaremos con él de una forma brutal y Bronsonmaníaca.
Pero además de interrogarlos, podremos usar a nuestros enemigos como escudo, con un brazo agarrándoles y con el otro disparando. También podremos abrirnos paso o incluso abrir puertas lanzando a nuestro enemigo como si fuera un muñeco. Y de esto tiene buena parte de “culpa” el motor Havok, a veces queda perfecto; como cuando lanzamos a los enemigos y éstos quedan colgados de vallas y barandillas, o cuando chocan contra la pared y resbalan muertos hasta el suelo. Pero a veces no queda del todo bien cuando caen al suelo y se retuercen de una manera tan flexible que le quita realismo a nuestra barbarie. Por otro lado también sufriremos más de una ralentización en nuestra ps2, no en el caso de xbox, aunque yo personalmente he sigo testigo de más de un error de programación que poco tiene que ver con la capacidad técnica de la ps2, si os contase como acabé con Bullseye os reiríais. De todas formas las pequeñas ralentizaciones se aguantan con estoicismo si sabemos que nos quedan decenas de enemigos por matar antes de terminar el nivel. Porque si no lo habéis pillado todavía, la gracia del juego es matar, cuantos más, más rápido y con mayor estilo, mejor.
Mención especial se lleva la traducción y doblaje totalmente en castellano y que nos acompañará durante todo el juego, a veces repetitivo pero otras veces original y sarcástico a partes iguales. Imperdible las frases de Bullseye en el enfrentamiento contra Punisher, yo solté más de una carcajada. Y también imperdibles algunas de las frases que suelta Punisher después de matar a algún enemigo al más puro estilo Steven Seagal. Y mención más especial aún a la banda sonora, que no tiene nada que envidiar a la de ninguna película de cine. Tengo la melodía incrustada en la cabeza y no puedo evitar tararearla mientras juego. Y otra mención especial pero esta vez en forma negativa; y es que no trae selector 60hz, ni deja configurar a pantalla 16:9, ni tampoco podremos activar el sonido en Dolby Pro Logic II.
Aún y así, The Punisher ha sido toda una agradable sorpresa, sin llegar a la altura técnica de otros juegos consigue que uno se enganche de una manera preocupante. Para muchos, la única baza del juego será la innovación de los interrogatorios, que la verdad es que consiguen ser tremendamente adictivos, para otros, simplemente pasará por sus ordenadores o consolas como un matamata más. Para mi ha sido y sigue siendo (debido a los extras) un gran juego, por su capacidad de inmersión efectiva, y por el adictivo disfrute inmediato que proporciona la mecánica del juego. Especialmente recomendado para los que les vaya la acción pura y dura, y disfruten recargando el arma y matando hasta llegar al Final Boss de cada nivel.
Y hasta aquí mis impresiones de lo más destacado. Hay otros detalles como ir haciendo puntos y conseguir medallas, para poder adquirir más duración de nuestro Modo Masacre, más precisión cuando apuntemos y demás extras que desbloquearán más opciones de juego y que convierten a este The Punisher en un juego de total rejugabilidad, y que nos hará olvidar (por suerte) la reciente película basada en el personaje, para acordarnos de la esencia de sus comics; no es una venganza, es un castigo.
Hace unos meses que un conocido asegurando ser conocedor de mis gustos virtuales, me recomendó insistentemente que me hiciera con una copia de The Punisher para ps2, él mismo lo había jugado y me decía que era un juego salvaje y bastardo. Yo, algo receloso cometí el error de no hacerle caso… hasta ahora. The Punisher me tiene enganchado como pocos juegos lo han hecho hasta fecha de hoy. Ya lo he completado y espero con ansias su segunda parte, que por lo que he leído se está preparando para presentarla en el próximo E3.
Mi intención no era hacer una reseña del juego porque pretendía seguir el consejo de mi hermano de “hasta que no me lo paso entero no escribo”, y el concepto de “pasárselo entero” para mi hermano quiere decir que tiene que reventar el juego a tope, al máximo; llegando a todos los finales (si existen varios), incluso pasarlo más de una vez (y de dos y de diez) , jugando en todos los niveles de dificultad, consiguiendo todos los extras y demás parafernalia videojueguil que hace, sólo en algunos casos, más larga la vida de un videojuego. Así que como he completado el juego pero no he conseguido todos los extras, y sinceramente, los extras del juego lo hacen lo suficientemente interesante como para rejugarlo, no escribiré una reseña completa, pero sí comentaré lo más destacado, y el porqué me tiene pegado a la pantalla todas las tardes.
Aprovechando la física del motor Havok que tantos buenos resultados dio con las dos partes de Max Payne y con algunas decenas de juegos más, conoceremos al mejor Castigador pixelado hasta la fecha, sin desmerecer al clásico de Capcom. Estamos frente a una especie de Max Payne, con The Punisher como protagonista pero sin nuestro querido tiempo bala (bullet time). Tenemos, eso sí, otro efecto llamado Modo Masacre, que no llega a ser tan espectacular como el tiempo bala, pero que guarda cierta similitud y se disfruta con un malsano salvajismo. El efecto consiste en usar el botón “triangulo” (en ps2) cuando la barra azulada de la esquina inferior izquierda de nuestra pantalla nos lo permita, entonces se activará un filtro en blanco y negro y los enemigos ralentizarán sus movimientos y nosotros seremos aún más rápidos de lo normal. Así podremos en pocos segundos cepillarnos sin piedad a montones de enemigos lanzándolos por el aire y/o acuchillándolos. Pero empecemos por el principio; meto el dvd en la bandeja de la ps2, espero que cargue y sale una intro que me hace intuir hasta donde llega el nivel de violencia del juego. En la intro, nuestro protagonista ya revienta cabezas con una cierta chulería rencorosa, porque claro, es The Punisher, el antihéroe, está cabreado y se mola.
Al parecer la prensa especializada recibió una beta del juego que era mucho más dura y violenta que el juego final, en ella aparecían desmembramientos y decapitaciones acompañadas de litros y litros de sangre. En la versión final y comercial, no se ve tanta sangre “gracias” a un filtro en blanco y negro y algunos intencionados giros de cámara, y al parecer no aparecen decapitaciones ni desmembramientos, pero eso sí, reventaremos cabezas de un disparo y en algunas ocasiones introduciremos una granada en la boca de un enemigo y veremos como corre desquiciado hasta que vuela en pedazos. Así que estaremos jugando a un juego censurado pero no por ello descafeinado, la violencia está ahí y es casi igual de explícita que la versión beta.
La mecánica del juego no podía quedar mejor con el personaje que manejamos. El tipo se enfrenta a hordas de enemigos pudiendo elegir ir a saco, es decir, pillar una o dos armas a la vez y eliminar a todos los que se le pongan por delante, o ir más pausado intentando practicar lo que es la gran novedad del juego; los interrogatorios. Lo mejor es pasar de ir a saco e intentar practicar la bien pensada opción de interrogarlos, esto es tremendamente adictivo ya que hay más de cien interrogatorios distintos, incluso interrogatorios especiales y muertes especiales.
Interrogatorios normales: Nos acercamos al enemigo y pulsamos el botón “X”, entonces depende del enemigo se nos activaran varios tipos de interrogatorios, pudiendo elegir entre cuatro que siempre serán los mismos; amenazar con el arma, pegar puñetazo, destrozar cabeza, y ahogarlo. Aparecerá una barra de energía en la que deberemos mantenernos 3 segundos dentro de una pequeña barra naranja, si lo conseguimos habremos completado el interrogatorio, sino, mataremos al enemigo, nos descontarán puntos, no ganaremos energía, y no conseguiremos armas ni pequeñas treguas con nuestros enemigos. Entonces queda claro que los interrogatorios son muy útiles, nos ayudarán a meternos en la trama que aunque parezca mentira existe, y lo que es mejor, interrogar nos dará más energía para nuestra barra de vida. Algo muy beneficioso cuando no dispongamos de nuestro particular tiempo bala y vayamos escasos de energía.
Interrogatorios especiales: Cuando veamos a un enemigo en el que encima de su cabeza aparezca una calavera, deberemos ir con cuidado porque la calavera indica que tiene información importante. Ésta nos ayudará a conseguir información valiosa, que nos permitirá pasar la misión de una manera algo más fácil, consiguiendo más armas, así que intentaremos no hacer daño al enemigo y cuando lo enganchemos buscaremos una zona con una calavera: la zona de los interrogatorios especiales. Los hay de todo tipo, desde amenazar con taladros, incrustar la cabeza con cualquier objeto, quemar, amenazar con tirar al vacío, cerrar ventanas contra la cabeza, vamos, una brutalidad que conseguirá saciar nuestra vena más sádica.
Muertes especiales: Este detalle también está muy bien, no es que sirva de mucho (aumentar algo más nuestra puntuación) pero quedaremos más peliculeros, más a lo Charles Bronson. Se aplica casi el mismo procedimiento del interrogatorio especial pero esta vez podremos coger a cualquier enemigo (aunque no tenga calavera encima de su cabeza) y lo enganchamos y nos lo llevamos hasta el lugar donde aparece una calavera de color amarillo. Allí acabaremos con él de una forma brutal y Bronsonmaníaca.
Pero además de interrogarlos, podremos usar a nuestros enemigos como escudo, con un brazo agarrándoles y con el otro disparando. También podremos abrirnos paso o incluso abrir puertas lanzando a nuestro enemigo como si fuera un muñeco. Y de esto tiene buena parte de “culpa” el motor Havok, a veces queda perfecto; como cuando lanzamos a los enemigos y éstos quedan colgados de vallas y barandillas, o cuando chocan contra la pared y resbalan muertos hasta el suelo. Pero a veces no queda del todo bien cuando caen al suelo y se retuercen de una manera tan flexible que le quita realismo a nuestra barbarie. Por otro lado también sufriremos más de una ralentización en nuestra ps2, no en el caso de xbox, aunque yo personalmente he sigo testigo de más de un error de programación que poco tiene que ver con la capacidad técnica de la ps2, si os contase como acabé con Bullseye os reiríais. De todas formas las pequeñas ralentizaciones se aguantan con estoicismo si sabemos que nos quedan decenas de enemigos por matar antes de terminar el nivel. Porque si no lo habéis pillado todavía, la gracia del juego es matar, cuantos más, más rápido y con mayor estilo, mejor.
Mención especial se lleva la traducción y doblaje totalmente en castellano y que nos acompañará durante todo el juego, a veces repetitivo pero otras veces original y sarcástico a partes iguales. Imperdible las frases de Bullseye en el enfrentamiento contra Punisher, yo solté más de una carcajada. Y también imperdibles algunas de las frases que suelta Punisher después de matar a algún enemigo al más puro estilo Steven Seagal. Y mención más especial aún a la banda sonora, que no tiene nada que envidiar a la de ninguna película de cine. Tengo la melodía incrustada en la cabeza y no puedo evitar tararearla mientras juego. Y otra mención especial pero esta vez en forma negativa; y es que no trae selector 60hz, ni deja configurar a pantalla 16:9, ni tampoco podremos activar el sonido en Dolby Pro Logic II.
Aún y así, The Punisher ha sido toda una agradable sorpresa, sin llegar a la altura técnica de otros juegos consigue que uno se enganche de una manera preocupante. Para muchos, la única baza del juego será la innovación de los interrogatorios, que la verdad es que consiguen ser tremendamente adictivos, para otros, simplemente pasará por sus ordenadores o consolas como un matamata más. Para mi ha sido y sigue siendo (debido a los extras) un gran juego, por su capacidad de inmersión efectiva, y por el adictivo disfrute inmediato que proporciona la mecánica del juego. Especialmente recomendado para los que les vaya la acción pura y dura, y disfruten recargando el arma y matando hasta llegar al Final Boss de cada nivel.
Y hasta aquí mis impresiones de lo más destacado. Hay otros detalles como ir haciendo puntos y conseguir medallas, para poder adquirir más duración de nuestro Modo Masacre, más precisión cuando apuntemos y demás extras que desbloquearán más opciones de juego y que convierten a este The Punisher en un juego de total rejugabilidad, y que nos hará olvidar (por suerte) la reciente película basada en el personaje, para acordarnos de la esencia de sus comics; no es una venganza, es un castigo.
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