domingo, noviembre 06, 2005

I want to play a game. Oh yes! There will be blood

Seguía con cautela todas las noticias sobre Saw II, incluso descargué los primeros tres minutos de metraje de su web oficial, que francamente me encantaron, seguí también las críticas después de su estreno e incluso tragué algún que otro spoiler, y al final he decidido verla antes de que se estrene porque estoy harto de pasarme la vida esperando, y sí, tengo que confesar que me ha encantado, todavía más que la primera parte.

Saw II es frenética, más sangrienta y sádica que la primera, algunas de las muertes están cargadas de una insana perversidad y alcanzan unos niveles de angustia que sólo los paladares más exigentes del bodycount podrán saborear. En esta segunda parte nuestro querido, pérfido y moribundo Jigsaw, consigue meter dentro una decadente casa a un grupo de peculiares ex presidiarios, entre ellos el hijo de un policía, pero no de un policía cualquiera, sino de un poli temperamental en exceso y que no duda en saltarse todas las reglas para cumplir sus objetivos. Y ya sabéis que si jugáis con Jigsaw hay que seguir las reglas…



La fotografía es tan o incluso más oscura que la de la primera parte, y ya he comentado que el ritmo es frenético, la acción transcurre casi a la velocidad de un video clip, y en poco menos de una hora y media nos plantaremos en el final de la película para saborear el último golpe de efecto final, no tan impactante como el de la primera parte pero no por ello carente de atractivo. Conoceremos un poco más al enigmático Jigsaw y disfrutaremos de algún que otro enfrentamiento verbal cargado de altas dosis de cinismo. Jigsaw explica sus motivos, y como todo lunático, intenta justificar sus crímenes argumentando ideas cargadas de racionalidad y que a la vez muestran rasgos de una personalidad psicótica amparada en el sadismo, y en el auto convencimiento de creerse una divinidad para poder dar sentido a su desahuciada vida.

Pero Jigsaw pierde parte del protagonismo y deja paso a sus condenados jugadores que disponen de dos horas para escapar de su ratonera. Eso sí, a medida que descubrimos los juegos de los que “disfrutan” a contrarreloj los ex presidiarios, nos acordaremos de Jigsaw y su cruenta habilidad e ingenio para crear juegos macabros y sangrientos en los que si pierdes estás muerto. En alguna ocasión, y debido a toda la parafernalia de mecanismos que forman las trampas, creeremos estar viendo alguna de las partes de Cube.

Esta vez dirige Darren Lynn Bousman y guioniza junto con James Wan, director y guionista de la primera, y Leigh Whannel también guionista de la primera y que a la vez hacia de actor, interpretando a Adam, el fotógrafo.

Saw II es otra vuelta de tuerca al género de los serial killers que moldeó y concluyó muy bien su primera parte, y de la que todos los fans nos enamoramos y exigimos una segunda parte que estuviese a la altura. Y Saw II está a la altura, incluso me atrevería a decir que supera a su primera parte, no en el efecto final pero sí en ingenio y sadismo.
Al parecer la productora Lions Gate Films ha descubierto el filón y tiene pensado estrenar una tercera, cuarta y quinta parte. Así que nos queda escuchar eso de “Game Over” unas cuantas veces más, y yo que me alegro.

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