Hoy mismo no recordaba la clave PIN del móvil, y sí las melodías de las siete canciones que componen el cd. El móvil se me ha bloqueado y yo he seguido tarareando las canciones hasta poder encontrar el código PUK. Y en casa, con un ciego considerable, le he puesto a mi novia el cd sin que ella me hiciera mucho caso, hasta que se ha dormido y yo he seguido con mi obsesión auricular mediante.
No acabo de entender la corta duración de su primer lanzamiento, espero que su segundo compacto alcance los 30 minutos y sea la mitad de bueno que este. Sus melodías y estribillos me retienen hipnotizado y no necesito una salida para escapar, no necesito escapar cuando nada me anima a ello. Lo que necesito son bucles melódicos de alegría, son callejones de melodías farrucas. Mi amada duerme mientras yo disfruto, no es justo, pero es lo que está pasando, y pasa.
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