The Cave es otro malogrado intento de querer alargar el argumento de un capítulo de Expediente X para convertirlo en un prescindible largometraje con tintes de serie B, pero mal revestido de producto ultra comercial, donde la buena dirección y ambientación se ve mermada por un vacuo y casi inexistente suspense que se sustenta con debilidad en la ansiada visión completa del monstruo que se esconde en lo profundo de la cueva.
Los rumores dicen que el director quería que el monstruo apareciera más, pero los ávidos productores se encaminaron por la vía lucrativa, y decidieron sacar las tijeras en la sala de montaje para convertir una prometedora película oscura y claustrofóbica en un amargo pastelito hollywoodense. Cuidado cuando la estrenen en las salas de cine más cercanas, para huir de ella. Además el final nos amenaza con una segunda parte, tengo miedo.
Cry_Wolf es otro ejemplo de cómo vender una película engañando con su trailer. Según el trailer un asesino en serie amenaza vía internet a unos pijitos universitarios con rebanarlos con su enorme cuchillo de caza. Pero claro, la única sangre que aparece en la película y las pocas veces que aparece el psicópata, es lo que aparece en el trailer. Y no acaba aquí el engaño, en el trailer nos hacemos a la idea que vamos a ver una del género slash, de que vamos a ver a unos pijitos universitarios gritando histéricos mientras nuestro asesino en serie convertido en macabro héroe los trocea con sus herramientas. Pues no. El argumento bien podría pasar por uno de esos truculentos telefilmes de sobremesa basado en hechos reales, pero esta vez quieren sorprendernos con un final sorpresa que resulta tan predecible que sentí hasta vergüenza ajena. Atención porque puede ser que llegue a nuestras salas de cine y la vendan como una de terror adolescente. Por cierto, aparece Jon Bon Jovi haciendo gala de toda su cirugía facial.
Pero no todo son malas minicríticas, por suerte he visionado una ácida y sanguinolenta película con la que he disfrutado de lo lindo. De hecho, tenía una copia en versión original desde hace muchos meses, pero me quedé esperando los ansiados subtítulos. Y un día, casualidades de la vida, alguien me comenta de una película que recientemente ha sido estrenada de alquiler en el videoclub, su título, Monster Man. ¡Oh! Dije. Y no tardé en visionarla. El doblaje es espantoso pero la película es deliciosa. No es una terror comedia aunque puede que sea la etiqueta que mejor la defina. Es una road movie gamberra, repleta de mala leche, humor negro y con una media hora final hipersangrienta. En Estado Unidos tuvo bastante éxito y ya se está rodando una segunda y tercera parte. Y para los que comparten mi particular criterio cinematográfico les recomiendo tirarse de cabeza al videoclub más cercano y alquilarla, no os arrepentiréis.
Ahora con vuestro permiso, sigo con mis vacaciones navideñas encerrado en mi habitación con mi autoregalo; un televisor 16:9, 32” y 100Hz, bien conectadito a mis ordenatas y mis consolas, dándole a la versión de ps2 del Resident Evil 4, enganchadísimo al adictivo SSX On Tour, y descansando mientras visiono compulsivamente capítulos de Invasion, Surface, Supernatural, Medium, Lost, Ghost Whisperer, Masters Of Horror y Threshold.
Los rumores dicen que el director quería que el monstruo apareciera más, pero los ávidos productores se encaminaron por la vía lucrativa, y decidieron sacar las tijeras en la sala de montaje para convertir una prometedora película oscura y claustrofóbica en un amargo pastelito hollywoodense. Cuidado cuando la estrenen en las salas de cine más cercanas, para huir de ella. Además el final nos amenaza con una segunda parte, tengo miedo.
Cry_Wolf es otro ejemplo de cómo vender una película engañando con su trailer. Según el trailer un asesino en serie amenaza vía internet a unos pijitos universitarios con rebanarlos con su enorme cuchillo de caza. Pero claro, la única sangre que aparece en la película y las pocas veces que aparece el psicópata, es lo que aparece en el trailer. Y no acaba aquí el engaño, en el trailer nos hacemos a la idea que vamos a ver una del género slash, de que vamos a ver a unos pijitos universitarios gritando histéricos mientras nuestro asesino en serie convertido en macabro héroe los trocea con sus herramientas. Pues no. El argumento bien podría pasar por uno de esos truculentos telefilmes de sobremesa basado en hechos reales, pero esta vez quieren sorprendernos con un final sorpresa que resulta tan predecible que sentí hasta vergüenza ajena. Atención porque puede ser que llegue a nuestras salas de cine y la vendan como una de terror adolescente. Por cierto, aparece Jon Bon Jovi haciendo gala de toda su cirugía facial.
Pero no todo son malas minicríticas, por suerte he visionado una ácida y sanguinolenta película con la que he disfrutado de lo lindo. De hecho, tenía una copia en versión original desde hace muchos meses, pero me quedé esperando los ansiados subtítulos. Y un día, casualidades de la vida, alguien me comenta de una película que recientemente ha sido estrenada de alquiler en el videoclub, su título, Monster Man. ¡Oh! Dije. Y no tardé en visionarla. El doblaje es espantoso pero la película es deliciosa. No es una terror comedia aunque puede que sea la etiqueta que mejor la defina. Es una road movie gamberra, repleta de mala leche, humor negro y con una media hora final hipersangrienta. En Estado Unidos tuvo bastante éxito y ya se está rodando una segunda y tercera parte. Y para los que comparten mi particular criterio cinematográfico les recomiendo tirarse de cabeza al videoclub más cercano y alquilarla, no os arrepentiréis.
Ahora con vuestro permiso, sigo con mis vacaciones navideñas encerrado en mi habitación con mi autoregalo; un televisor 16:9, 32” y 100Hz, bien conectadito a mis ordenatas y mis consolas, dándole a la versión de ps2 del Resident Evil 4, enganchadísimo al adictivo SSX On Tour, y descansando mientras visiono compulsivamente capítulos de Invasion, Surface, Supernatural, Medium, Lost, Ghost Whisperer, Masters Of Horror y Threshold.
No hay comentarios:
Publicar un comentario